Primero, ni idea por qué me felicitás. Segundo,
ya no se piden autógrafos. En todo caso, selfies. Se te cayó la cédula. O la Libreta
Cívica.
Pero ¿cómo? ¿No te llamás Fernández vos?
Sí, ¿y con eso qué?
Que seguro te convocan. Con ese apellido, estás
de parabienes.
¿Te parece?
Y, sí. Es más. Seguro que lo convocan a
Guillermito Fernández para el Ministerio de Música.
Ya peina canas ese muchacho. Es más Guillermote
que Guillermito.
¿Y Laurita Fernández, la flamante novia de
Cabrón Cabré?
A ésa también. Al Ministerio de Baile.
La modelo Luli Fernández zafa porque está en
pleno puerperio.
¿Lo incluirán a Hannibal Morsa?
No sé de qué lado está. Se cambian tanto de
camiseta que te marean, ¿viste?
¿Y Cinthia Fernández hilo dental? ¿Caerá en la
volteada?
Yo no usaría esa expresión, Vilma.
Uno posta posta es Coco Fernández, el padrino de
Mirko.
Mucho más que eso. El quía es gerente de
producción de Artear.
Ahora que decís, ¿vieron que Schiaretti se
reunió con Tinelli?
Es que la fórmula “F” movió el avispero.
Más que avispero, yo siento que alguien pisó un
hormiguero, y salieron todos disparando.
Más apurados e improvisados que elenco de la
temporada marplatense.
El que se
cortó solo fue “chancletas con soquetes”.
“Con ustedes no me junto”.
Me hace acordar a un dicho de mi infancia:
“corto mano, corto fierro”.
Había un economista Fernández, ¿no?
Sí. Roque. Ministro de Economía del patilludo
riojano.
¿A Tití Fernández lo pondrán en la Secretaría de
Deportes?
¿Por qué no? Y a Silvia Fernández Barrio como
Jefa de Prensa.
Ojo que también hay algunos Fernández de
incógnito. Vicentico, por ejemplo. Gabriel Julio Fernández se llama.
Convengamos que es la fórmula K es capicúa.
Impensada, ¿no? Ninguno de ellos resiste un
archivo. Ayer nomás no se podían ni ver. Hoy aliados.
No sé a ustedes, pero a mí me parecen patéticas
estas alianzas que se arman a los rajes, entre gallos y medianoche. No les creo
nada.
Pero es lo que hay. Una Selección bastante
paupérrima, berreta, devaluada, gastada.
Otro recuerdo de infancia: “¿Me dejás ser tu
amigo?”. Eso parecen susurrarse los candidatos para no quedar afuera.
Yo no sé qué esperamos nosotras para armar
nuestro propio partido, chicas. Si todos lo hacen.
¿Y quién nos va a votar, Ñata?
Eso se debe preguntar más de un candidato. Está
dividida la cosa. Fragmentada.
Habrá que ver cómo los acompaña el rating. A río
revuelto, ganancia de pescadores.
Y en este caso, ¿quiénes serían los pescadores
beneficiados por el revoltijo?
Vaya una a saber. Lo único cierto es que
nosotras aquí seguimos, con el pescado sin vender.
Es divertido este intercambio de figuritas.
Todos los días nos desayunamos con una nueva fórmula impensada. En cualquier
momento se postulan Piñón Fijo y el Oso Arturo.
Brindemos por este país surrealista, en el que
lo único imposible es aburrirse. ¡Chin, chin!