¡Qué luquete, Beba! ¿Vuelve el batik? ¡Estás muy “flower-power” hoy!
Es lo que me puse para ir a ver a Paul. No me lo saco más.
En unos días, vas a oler mal, nena. Se viene la canícula.
¿Qué importa?Les juro que estoy como levitando, flotando, en estado de éxtasis.
¿No habrás fumado nada raro, no?
No hizo falta. Verlo en vivo me puso así. Ya me puedo morir en paz.
¿Qué exagerada, Beba! ¡Tocáte la izquierda!
No exagero. No hay ningún artista que me mueva el piso como él. ¡Es lo más!
¿Me permitís una interpretación? ¿No será que te retrotajo a tu adolescencia?
Sí, puede ser. Eramos casi todos veteranos en River, pero si vos le mirabas los ojos a la gente- no la panza ni las arrugas- la edad promedio no pasaba los 20.
Tenés razón, Vilma. Hay canciones que te hacen viajar en el tiempo. Te acordás de detalles precisos: qué malón, qué tenías puesto, de quién gustabas…
Sí, es como los olores. ¿No les pasó nunca que van caminando y de pronto huelen un aroma que sale de una casa, un guiso, ponéle, o un dulce, y te manda derechito a tu infancia, a la cocina de tu abuela o a la panadería del barrio?
Es la memoria de los sentidos. Queda todo almacenado en el disco rígido.
Rígidos me quedaron los gemelos de tanto saltar en el Monumental.
Me imagino que habrás ido con calzado adecuado, ¿no? Porque más de una desubicada se puso taco aguja.
No sólo eso. Las minas se tiraron el placard encima, todos los brillos, como si se lo fueran a levantar al tipo.
Y, la fantasía existe. ¿O acaso no pensaste que te cantaba a vos?
Claro que sí. Cada vez que lo enfocaba con los prismáticos, me estaba mirando.
De ilusiones también se vive.
Además, está enterito. Tiene todo el pelo, está flaco, ágil, buen mozo. Cantó casi 3 horas sin tomar un vaso de agua. Ni traspiró.
Los ingleses no traspiran. Eso es cosa de latinos.
¿Qué sentirá un tipo que viene a cantar al “cul du monde”, y descubre que todavía llena dos estadios gigantes, con gente de todas las edades, que deliran por él, al cabo de tanto tiempo? Piensen que los Beatles arrancaron en los ’60.
Sin hablar de los que se quedaron afuera, porque no consiguieron entradas o porque se clavaron con entradas truchas. De terror.
Los trapitos se hicieron la América, a una gamba y media por auto.
Y, la viveza criolla no podía faltar. Es nuestra marca en el orillo.
Ví gente llorar a moco tendido, les juro.
¿Y por casa?
Yo me contuve porque tenía pestañas postizas y no quería que se me despegaran
Qué tonta!Esas ocasiones hay que aprovecharlas para llorarse todo. Hace bien.
Eso sí. Le tiré un peluche. Pero no llegó. Creo que lo agarró Badía, o Charly.
¿Podrá dormir Paul después de semejante recital? ¿Cómo hará con toda esa adrenalina? Hay que pasar de 50.000 personas a estar solo en un cuarto.
¿Y quién te dijo que duerme solo? Deben hacer cola para acompañarlo.
¿Se imaginan pasar la noche con él?
No, Vilma. Siempre es mejor la fantasía. No falla jamás. Por Paul: ¡Chin, chin!