Estamos viviendo un punto de inflexión, un momento histórico, un cambio de época. Frases como «El que las hace, las paga», «Todos los ciudadanos somos iguales ante la Ley», cobran hoy sentido. Si se comprueba fehacientemente que una persona ha cometido un delito, más allá del lugar que ocupe en la sociedad, debe recibir el correspondiente castigo. Últimamente, los argentinos hemos perdido la confianza en la justicia. Sentíamos que los poderosos siempre zafaban o la sacaban muy barata. Con la condena a la ex Presidenta y ex Vice Presidenta, por primera vez en años sentimos que se está haciendo justicia. Son muchos los jueces por cuyas manos pasó esta causa, muchas las instancias de apelación. Si el resultado final es éste, no creo que sea caprichoso ni antojadizo, ni que apunte a perseguir o proscribir a una persona inocente. Por otra parte, ojalá se recupere el dinero (miles de millones de pesos) mal habido. Sería muy útil para mejorar los ingresos de tanta gente relegada: los jubilados, los médicos residentes, los docentes mal pagos; se podría dotar de agua potable y cloacas a tantas personas. Y que este fallo resulte ejemplificador para evitar que se repita a futuro.

Diario Clarín, 14/06/2025

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