
¿Por qué no podemos tener una clase política que se les acerque a los valores de la selección de Scaloni? ¿Por qué nuestra deplorable dirigencia no se copia ni un ápice de ellos, en lugar de imitar a los barrabravas violentos, dentro y fuera del Congreso? ¿Por qué existe una distancia tan sideral entre ese equipo de lujo que nos regala alegrías y orgullo en el campo de juego, y la mezquindad de diputados, senadores, funcionarios, intendentes, gobernadores, más interesados en sí mismos que en el pueblo que les paga el sueldo? ¿Por qué la Argentina descuella en materia de deportistas, científicos, escritores, artistas, investigadores, y naufraga en la calidad y probidad de quienes dirigen los destinos de la Patria?
Preguntas retóricas, de ésas que no esperan respuestas.
Diario La Nación, 27/03/2025