No creo. Trompita es mucho mayor. ¿Por qué lo decís?
Primero: los dos se peinan raro.
Para mí que el Peluca se bate el pelo, o duerme con ruleros.
Segundo: los dos son puteadores. Insultan a diestra y siniestra. A cual más bocasucia.
Te corrijo: son de ultra diestra y putean a los de siniestra.
Tercero: los dos son “outsiders”, vienen de otro palo, de la tele, del mundo de los negocios. Nada que ver con los desacreditados políticos tradicionales, esos muertos vivos en los que ya nadie confía.
Te sumo otra. Los dos son antisistema, anti-Establishment. Quieren romper todo.
Los dos explotaron las redes sociales. De ahí salieron sus votos. Campañas virtuales.
Y ambos le afanaron el eslogan a Bill Clinton: “Es la economía, estúpido”.
¿Clinton? ¿El del Salón Oral?
Oval, chanchita. Oval.
Hablando de las minas de los Presidentes, ¿no las tiene hartas Yuyo?
Insoportable. Ahora se negó a ir a los Martin Fierro Latinos Miami, para no cruzarse con Fátima, la ex de su pololo.
O no va porque no está segura de ganar.
¿Nominada como qué está?
Conductora.
¿Y tan buena es? ¿O tiene coronita por ser la novia de?
Me inclino por la segunda opción.
Hablando de conductoras devaluadas, ¿no les parece que la Su está medio gagá? No pega una.
¡No! Es la producción, que no la cuida. Le escriben mal los machetes, no le explican bien los juegos, le hacen meter la pata por falta de información.
Tenés razón. El domingo pasado el Polaco rompió una catapulta de madera, que estaba pegada con moco. Un papelón.
La que estuvo re yegua fue Wandita. Lo icardió a Icardi.
No consumo a las Nara. Me saturan como Yuyo. ¿Qué le hizo?
Justo el 11 de noviembre, Día del Cornudo, se fue con su poco elegante L.Gante a Río de Janeiro, casi como una luna de miel.
¿Existe ese día o es un bolazo tuyo, Rita?
¡Claro que existe! “Festa dei cornuti”, se llama. Nació en “Rocca Canterano”, un pueblito de Italia.
De los cuernos y de la muerte no se salva nadie, reza el dicho.
¿De dónde vendrá lo de los cuernos?
Te desasno, amiga. Durante el Imperio Romano, los guerreros se ausentaban durante mucho tiempo, y al regresar recibían cuernos llenos de monedas como regalo, en premio a su valentía en los campos de batalla. Se supone que durante sus largas ausencias, las esposas habían hecho de las suyas para no aburrirse. Por eso a ellos les quedó el mote de “cornudos”.
La verdad es ésta: Wanda nunca perdonó la canita al aire de Icardi con la China en París. Ojo por ojo. Se la devolvió.
En fin, la que esté libre de cuernos … ¡Chin, chin!