¡Ay, chicas! ¡Estoy desolada! ¡Se me rompió el lavarropas!
Eso sí que es una tragedia, Nené. Prefiero quedarme sin marido que sin lavarropas.
Vos no tenés marido, Rosi. ¿O hay algo que no nos contaste?
Es una forma de decir, Nené. No tengo ni quiero tener. Mejor solita que mal acompañada.
Lo cierto es que no me da el bolsillo para comprarme otro, y éste ya no tiene arreglo.
Volverás a la vieja y gloriosa tabla de lavar de tu abuela.
Amigas, hay que tener mucho cuidado con esos aparatos. Son buchones.
¿Los lavarropas? ¿Estás delirando, Leti?
¿No se enteraron de lo que le pasó a Fede Bal? Todo por culpa de su lavarropas con WiFi.
¿Con WiFi?
¡Sí! Un aparato inteligente, analógico. Resulta que la novia oficial del tramposo seguía la actividad del lavarropas desde su celular, y notó que Fede lavaba sábanas pecaminosas a las 3 de la madrugada.
¿Pecaminosas?
¡Sí! Con pruebas visibles de la infidelidad del sujeto en cuestión.
La fruta no cae lejos del árbol. El papá era un Don Juan, un seductor empedernido.
Es la maldición de la bata.
¿Qué bata?
La que heredó Fede de Santiago.
Y bueno, lo que se hereda no se roba. Hijo ‘e tigre el muchacho. Confesó que lo lleva en la sangre.
¿No tendrá la enfermedad de Michael Douglas? ¿Se acuerdan?
¿Adicción al sexo? ¡Cuento chino, no me jodas! Un bolazo. Buena excusa para voltear a diestra y siniestra.
Lo cierto es que la novia, Sofía, olfateó algo, revisó sus chats y confirmó sus sospechas. Le metió los cuernos con unas cuantas.
¿Y cómo reaccionó?
Sacó sus cosas de la casa que compartían, pero antes le destrozó la colección de Legos de Star Wars del infiel crónico. Le pegó donde más le duele.
Dulce venganza. ¡Lo bien que hizo! La re banco.
No deja títere con cabeza Carmencito. No sé qué le ven. Tan buen mozo no es el pibe.
Encima dicen que el chabón es re celoso de las minas con las que está. Más tóxico, imposible.
¿No será una estrategia publicitaria para promocionar la obra que está haciendo en Carlos Paz? Está flojita la temporada. Todo vale a la hora de activar la boletería.
Yo pregunto, si le gusta tanto la joda, ¿para qué se pone de novio?
¡Claro! O que apueste al poliamor, a la pareja abierta, todas esas variantes posmodernas.
¡Qué manera de meterle el perro, pobre Sofi!
Eso es literal, Rosi. La cuenteaba a la novia con que extrañaba al perro, y viajaba de Córdoba a Buenos Aires a encamarse con otra. Y al pichicho, ni bola.
Lo cómico es que ahora están saliendo a hablar todas las ex, que son muchas, a contar sus propias historias. Lo están incinerando.
El lavarropas es inteligente, pero él no. Se deschava solo el chorlito. Que se joda.
Dicen que de los cuernos y de la muerte no se salva nadie.
Lo primero, me consta. Lo otro, por suerte, todavía no. Me toco la izquierda.
Brindemos por Santiago, el padre de la criatura, que se debe sentir orgulloso de su discípulo. ¡Chin, chin!