No sé qué pensarán mis conciudadanos, pero yo siento que toda la clase política, toda, oficialismo y oposición (en todas sus variantes), sólo está enfocada en las elecciones 2023, siendo que recién estamos en mayo 2022, con innumerables y acuciantes problemas: inflación, inseguridad, impuestazos, piquetazos, protestas sociales a granel, usurpaciones, incertidumbre, grietas dentro de la coalición gobernante, hambre, pobreza, jubilaciones miserables, jóvenes que emigran en masa, etc. Entretanto, vemos un desfile de auto proclamados candidatos, como si nada, compitiendo desembozadamente, disputando el lugar y tamaños de sus nombres en las marquesinas de sus respectivos espacios. Me parece irresponsable, inmaduro, inoportuno, frívolo. Una feria de vanidades narcisista, banal, obscena. Ninguno de ellos tiene en cuenta lo que está pasando hoy, ahora. Nuestra angustia cotidiana les tiene sin cuidado. Somos, como siempre, el pato de la boda.
Diario Clarín, 17/5/22