¡No! Del culebrón de la semana. ¿Están del lado de la legítima o de la “roba maridos”?
Nadie le roba el marido a nadie, querida. El marido no es una cosa.
No. Un coso.
Quiero decir, que si el marido se deja seducir por otra, es su responsabilidad. Algo andará mal en su matrimonio para que el tipo mire para otro lado. No le cuelguen el San Benito a la pobre China.
Es que la mata el prontuario. Primero se metió entre Cabré y Tobal. Después, entre Pampita y Vicuña. Ahora, Wanda y Mauro. Siempre elige los casados. ¡Una puntería!
Le atrae lo prohibido, lo vedado, lo difícil.
Igual, concretar no concretaron. Yo creo que Wanda lo va a poner en penitencia un ratito, y después, borrón y cuenta nueva. No se olviden que también es su representante. Mucha platita en juego para soltarle la mano. O las piernas.
¿La creés tan interesada?
¡Y más! Es más viva que el hambre la Nara. Lo tiene de hijo a Maurito.
“El que a hierro mata, a hierro muere”. El que se debe estar relamiendo es Maxi López, recordando aquella icardeada.
Otra que se relame es Pampita. Todavía no digirió aquella palta, ni aquel olor a sexo del motor home donde les dio la cana. Desarrolló fobia a las mantitas de Nepal.
Lo increíble es que la noticia recorrió el mundo entero. Los medios más prestigiosos.
Porque la gente está harta de hablar del virus, de la inflación, de la política. Todo un bajón. Además todos somos chusmas, cholulos, y en el fondo nos encanta ver cómo los ricos y famosos también sufren y lloran, como cualquier hijo de vecino.
La China es una depredadora serial, como Cabré y Vicuña. En los tipos, lo aceptamos y hasta lo admiramos. En las minas, lo censuramos. Un prejuicio. Otro de tantos.
Y más lo criticamos si la mina es madre. Como si la maternidad nos anulara el deseo.
Y, un poco lo apaga. Entre los pañales, dar la teta, hacer la papilla, bañarlos, hacer de mamá taxi, llevarlos a la escuela y las 1.500 actividades, no te queda resto pa’l sexo.
Pero ella debe tener un batallón de niñeras que se ocupan. Además viste que las guachas no aumentan ni un gramo en el embarazo. Parieron y están espléndidas, como antes. Ni una estría, ni la panza floja. Lisitas y bellas. Impecables. Las odio.
Para mí que tienen un cierre relámpago oculto, por donde sale la criatura.
Yo les aseguro que Wandita le va a sacar un rédito económico a estos cuernos virtuales. Ya sea porque lo despluma al pibe, o porque vende notas y entrevistas a millones de euros.
Y, sí. ¿Se acuerdan cuando la jugaba de la virgencita Nara? Manejó su carrera con mucha astucia. Ni un pelo de zonza.
¿Y si resulta que tenían una pareja abierta, con permitidos?
Eso puede funcionar si no hay chicos. A los críos no les cabe, me parece. Mucho bolonqui.
¿Se enteraron que se separó Lamothe?
¿El curita?
Ponéle. Lamothe. El que siempre hace de Lamothe.
¡Sos jodida, eh!
Es la verdad. Habla para adentro, no modula, no gesticula, no compone.
¿No te gusta la “1-5-18”?
Para nada, Un “villerismo cool” de cuarta. No les creo nada. Una falta de respeto, te diría. No sólo al espectador, sino a la gente que vive en las villas. Berreta. Desde el guión hasta la actuación. Todos de madera.
Bueno, Brujis, propongo un brindis por nuestro día: Halloween. ¡Chin, chin!