· ¡No lo puedo creer! ¡Qué bajón, amigas!
· ¿Y ahora qué te pasa, Leti?
· Se acabó el amor. Se separaron. ¿No se enteraron?
· ¿Quiénes? ¡Aflojá con tus enigmáticos, Leti!
· ¿Cómo quiénes? Javi y Fati.
· ¡Qué confianzuda! ¿Hablás del Presidente y la imitadora? ¿Vos te comiste ese verso?
· ¿Qué querés decir, Pupi? ¿No era cierto?
· Tengo mis dudas. Para mí, fue puro marketing, sarasa de campaña.
· ¿Y esos besos?
· Chupones, querrás decir. Un asquete esos lengüetazos en el escenario. Una puesta en escena berreta y desagradable.
· ¿Y ella volverá a los brazos de Norberto, su ex?
· No creo. Fátima ya tiene una gira programada en Estados Unidos y Europa. La va a juntar en pala. Euros, dólares …
· Para mí que Karina, la hermana del Peluca, a quien él llama “el Jefe”, le echó flit a la comediante. Celos.
· Es la que manda. El Poder detrás del trono de Rivadavia.
· Chicas, me tienen sin cuidado los enredos de alcoba del libertario. Lo que me rompe los ovarios es el aumento millonario que se auto-regalaron los senadores, entre gallos y medianoche. Cuatro palos van a cobrar, mientras nosotras raspamos el fondo de la olla.
· Hay que cambiarle la primera letra. No son senadores con “ese”, sino con “ce”. Cenadores. Y nosotros, la gilada, corremos con la cuenta.
· Ellos van a tener que correr, y en tarlipes. Hay que conocerles las caripelas así los escrachamos cuando nos crucemos con ellos.
· Eso no se está bien, Pupi.
· ¿Y aumentarse las dietas está bien? ¿Mientras la dieta nuestra es de hambre? No tienen vergüenza esos desfachatados.
· Si mal no recuerdo, vos votaste a este gobierno, amiga. Ajo y agua.
· ¿Y qué? ¿Acaso vos nunca te equivocaste? ¡Mirá que empiezo a enumerar las docenas de energúmenos que te comieron la billetera durante las últimas décadas, a cambio de una camita caliente y unos mimitos, eh!
· Lo cierto es que a esta altura, la patética y mugrienta Casa de Gran Hermano es un quirófano inmaculado al lado del Congreso de la Nación.
· Hablando de ese bodrio, ¿qué le pasó a la irascible “Furia”?
· Casi la dan por fiambre, pero volvió como si nada. Un bolazo más para levantar el rating.
· ¿Cuánto hace que digo que hasta que un participante no espiche en cámara o acuchille a otro, no van a parar? Todo vale. No tiene el menor escrúpulo el así llamado “Canal de la Familia”.
· Dicen que el tufo ahí adentro es insoportable. Roban morfi, queso, jamón, y lo esconden debajo de los colchones. Por más aromatizador que echen, el aire es irrespirable.
· Ni hablar del olor a chivo, a flatulencias y a partes pudendas. ¡Te lo regalo!
· Van a tener que fumigar, o directamente prenderle fuego a la casa.
· Algo también huele a podrido en la Cámara de “C”enadores, parafraseando al Príncipe Hamlet. Ahora falta que los diputados también se regalen un aumentito.
· ¿Y el Peluca no va a hacer nada al respecto?
· Veremos. No sea cosa que también se le acabe el amor de sus votantes. ¡Chin, chin!
Diario El Día de La Plata, 21/04/2024