Lo que te vas a identificar y a reír con esta obra de una pareja tóxica que llega al consultorio de un renombrado y exótico terapeuta de parejas con un método loco pero efectivo (quizás), TE LO FIRMO YA ACÁ CON UN ESCRIBANO PÚBLICO!
La obra esta deliciosamente escrita por el Austriaco Daniel Glattauer (en versión de Veronese), y no deja NI UN tema típico de pareja en crisis sin explotar. Encima tenemos una tríada actoral de lujo, en la que derrochan química entre ellos y tienen grandes momentos donde la gente explota (mi favorito, el puño de Hamburgo, que si querés saber qué es, vas a tener que ir al teatro Picadero!!!).
Voy a contar una infidencia (jijijijij): Nosotros con mi marido hemos ido a terapia de pareja porque nos costaba un huevo comunicarnos. Era como que queríamos lo mismo, en nuestro cerebro lo que íbamos a decir sonaba razonable y desde el segundo que las palabras salían de nuestra boca, se armaba la Tercera Guerra Mundial, y eran horas de pelea sin siquiera saber por qué discutíamos (qué agotamiento, mia morrrrrrrrrrrr). Nuestro problema era «la comunicación», nos dijo esta «hija de Freud» que nos atendió y lo resolvimos DIVO, y ahora tenemos técnicas cuando nos suben los calores de pasión y guerra para no matarnos y FUNCIONA (porque convivir es un garrón a veces; a mí que no me vengan con la gente que dice «Nosotros no peleamos» DALEEEEEEEEEEEEEEE).
Así que -con conocimiento de causa mia mor- te digo que esta obra ES una sesión de terapia de pareja con condimentos extra para que te rías sin parar. La pareja que arman Violeta Urtizberea y Benjamin Vicuña es pura realidad, y más de uno va a salir diciendo «Era yo, ERA YOOOOO».
Los dos están excelentes en sus papeles, y vale destacar el desempeño de Vicuña, no sólo porque es muy histriónico (demostró ser un gran intérprete como Eva Peron de Copi en el teatro Cervantes), sino porque además transforma su acento durante toda la obra. El programa de mano dice que es egresado del Conservatorio de Arte Dramático de Chile y se nota!!!! ELLA es hipnótica y carismática al igual que el talentoso Fernan Mirás, que está entregado al placer del público con su interpretación.
A mí me gustó MUCHO la dinámica de la obra. Es MUY llevadera, hay varias vueltas de tuerca simpáticas, pero lo que más resalto es la VERDAD con la que están construidos los personajes, que si bien están todo el tiempo haciéndote reír, detrás de eso hay un dolor que se expresa constantemente. El dolor vacío que genera cuando el amor ya no está, cuando el amor se perdió. ¿Dónde está ese amor que se tenían? ¿En qué momento se extravió? ¿Será que acaso está en el bolsillo de algún pantalón viejo, o lo tiramos a la basura sin querer? PORQUE AMOR EN ALGÚN MOMENTO HUBO. ¿ENTONCES DÓNDE ESTÁ, CARAJO MIERDA?!!!!!
No quiero dejar de resaltar la hermosa escenografía de Rodrigo González Garillo y la adrenalínica dirección de Daniel Veronese que no para un segundo, no te da respiro, ya sea para gozar o reflexionar!
UNA LINDA SORPRESA EN UN HERMOSO TEATRO COMO ES EL PICADERO, QUE ES DIVO. SU SALA ES LO MÁS. Ves BIEN DE TODOS LADOS Y ES MUY ACOGEDORA!!!
4 FACUNDITOS (MUY BUENA)