Leemos en el completísimo y pormenorizado programa de mano de “Sugar”, que esta legendaria comedia musical está basada en la película “Some like it hot” (“Una Eva y dos Adanes”), 1959, dirigida por Billy Wilder, con Marilyn Monroe, Tony Curtis y Jack Lemmon. Se estrenó en Broadway en 1972, y en 1986 Susana Giménez, Ricardo Darín y Arturo Puig protagonizaron un éxito de taquilla en el Teatro Lola Membrives, justamente el mismo escenario en el que “Sugar” se reestrenó el año pasado, y ya arrancó su segunda exitosa temporada en plena calle Corrientes.
En primer lugar, “Chapeau” a la producción de semejante mega espectáculo, a cargo de “RGB Entertainment Group” (Victor González, Gustavo Yankelevich, Pablo Puiggari) y Susana Giménez. Es evidente que no escatimaron en nada de nada. La orquesta en vivo, dirigida por Gerardo Gardelin, responsable asimismo de los arreglos y de la dirección vocal; la escenografía de Alberto Negrin, con más de 20 lujosas ambientaciones diferentes; las variadísimas coreografías, diseñadas por Gustavo Wons, al frente de una aceitado cuerpo de baile; el magnífico vestuario de Renata Schussheim; las sofisticadas luces de Mariano de María, todo ello, sumado a una acertadísima elección actoral, convierten a “Sugar” en una propuesta exquisita, de una calidad pocas veces vista en nuestro medio.
Griselda Siciliani sale más que airosa de un desafío descomunal. Es una de esas contadas actrices que canta y baila con absoluta solvencia. Su personaje, una bella joven que toca el ukelele en una orquesta de señoritas en la década del 20, es una deliciosa mezcla de ingenuidad, picardía y vulnerabilidad. Siciliani es una comediante excepcional, angelada, con una amplísima paleta de recursos, que cautiva al público con su gracia y carisma y se lo mete en el bolsillo. Capo lavoro.
A su lado, Federico D’Elía y Nicolás Cabré, en la piel de ese par de músicos que se hacen pasar por “señoritas” para escapar de unos gangsters de pacotilla, componen dos criaturas hilarantes. Ambos bailan y cantan, divirtiéndose y divirtiendo, en un “tour de forcé” imbatible. En particular, Cabré, con su manejo gestual, corporal y vocal, resulta sencillamente desopilante.
Excelentes los personajes secundarios a cargo de Gipsy Bonafina (“Pandora”), Gustavo Monje (“Lince” y “Norton”), Rodrigo Pedreira (“Polainas”), Leo Trento (Sir Osgood), como así también la veintena de versátiles bailarinas y bailarines.
Nadie desentona en la logradísima puesta de Arturo Puig, para quien este reencuentro con “Sugar”, ahora desde la dirección, es seguramente una enorme satisfacción, un gustazo muy poco frecuente.
“Sugar”: un plato fuerte, imperdible para los amantes del musical.