por Irene Bianchi
“Ruede en La”, creación colectiva de la Compañía Prematura. Autores/Actores: Aníbal Julián Galeano, Hilario Vidal, Santiago Culacciati. Iluminación: Juan Diego Romairone. Vestuario: María Eugenia Molinuelo. Asesoramiento de dirección: Gerardo Hochman. Teatro Estudio, calle 3 e/39 y 40.
“RUEDEenLA” es un espectáculo que chicos y grandes disfrutan por igual. Sus tres intérpretes son una fusión de clowns, acróbatas, malabaristas, músicos, bailarines, payasos, equilibristas, magos, prestidigitadores y artistas circenses. ¿Todo eso? Sí, todo eso. Y más, mucho más.
Durante casi una hora, Aníbal Julián Galeano, Hilario Vidal y Santiago Culacciati, cautivan al público, pulsando una cuerda de humor ingenuo, naif, fresco, hilvanando escenas sin apelar a la palabra. Todo es gestual, coreográfico, sugerido, y es el espectador quien deberá significar y resignificar los simples objetos que utilizan.
En ese sentido, los juegos que proponen los actores, nos recuerdan a nuestros entretenimientos de infancia, en la era pre-tecnológica, cuando la vereda y el potrero eran nuestros espacios lúdicos, y la imaginación no tenía techo.
Es muy probable que algunos de los niños presentes hayan visto por vez primera “antigüedades” como el trompo o el balero, y más probable aún que se los hayan pedido a sus padres al terminar la función.
“RUEDEenLA” es un espectáculo calibrado y sincronizado con absoluta precisión. Hasta las supuestas torpezas y caídas están calculadas. Por momentos se ve a los protagonistas como engranajes de una máquina fuera de control, alocada, desorbitada. Los tres logran tal simbiosis, que por momentos parecen uno. Sus cuerpos se fusionan y ensamblan de un modo inimaginable, lo cual habla de largos ensayos, un muy riguroso entrenamiento físico, cuyo resultado es esta asombrosa coordinación.
Ellos mismos se musicalizan y se “sonorizan”, a veces apoyados desde la cabina.
Lo que más salta a la vista es el disfrute de los actores, y su inmediata empatía y complicidad con el público. Su picardía es una ráfaga de aire fresco, y la vuelta a una comicidad chaplinesca, siempre efectiva.
RUEDEenLA: humor redondo.