Entiendo que nosotros, la gente, el pueblo, tengamos derecho a expresarmos, pero la llamada “Marcha contra la Suprema Corte” me parece un disparate. Más aún, por estar impulsada por algunos funcionarios del gobierno (Soria, Ferraresi, Mena, entre otros). ¿Dónde está la división de poderes? ¿Qué pasaría si los ciudadanos que no están conformes con esta gestión, y así lo hicieron saber en las últimas PASO, salieran en multitudes a pedir un cambio de gobierno sin esperar a las elecciones democráticas de 2023? Seguramente se lo consideraría una actitud abiertamente golpista. ¿Y acaso esta marcha no lo es? ¿Presionar a los jueces no lo es? ¿No huele esto a liberar de culpa y cargo a algunos personajes relevantes, muy comprometidos por graves denuncias?
Irene Bianchi