Rodrigo Lussich y Adrián Pallares cuentan con la complicidad del público aún antes de aparecer en escena, lo cual no es poco para este par de amigos y “socios” que se animaron a salir de la pantalla chica, ponerle el cuerpo y tomar contacto real con la gente que los sigue fielmente.
En la sala colmada del Teatro La Nonna, La Plata, este par de “Hombres Buenos”, como ellos se auto-definen, propusieron un ida y vuelta con los espectadores de principio a fin. En clave de humor, cada cual pasó revista a su vida, sus trabajos y ocupaciones varias, antes de dedicarse al periodismo de espectáculos y ocupar el lugar en el medio que hoy disfrutan a pleno.
Se los ve espontáneos, frescos, pícaros, divertidos, atentos a las reacciones que surgen desde la platea, incorporando los aportes de la audiencia. No le temen a la improvisación, a “salirse del libreto”. Cantan, bailan, juegan, “como dos chicos en una plaza”. Revelan unos cuantos secretos bien guardados de la farándula; se meten con las Grandes Divas de manera condescendiente, sin ofender. Las imágenes en pantalla ilustran esas historias hilvanadas.
El material es deliberadamente auto-referencial: ambos se ríen de sí mismos impiadosamente, lo cual genera empatía y hasta ternura.
Seguramente, con el correr de las funciones de este espectáculo recién salido del horno, ambos lo irán enriqueciendo y actualizando con muchas más anécdotas y jugosos chismes de último momento.
Excelente y promisorio arranque.