“Los porteños son unos reverendos hijos de su madre”, dijo Gildo Insfrán, gobernador de la provincia de Formosa desde el 10 de diciembre de 1995. Todos somos “hijos de madres”, pero claramente este verdadero Señor Feudal quiso decir otra cosa. Apuntaba esta vez contra su opositor, Francisco Paoltroni, que no es porteño sino bonaerense, pero poco le importa a Insfrán a la hora de insultar y denostar. Cada vez que lo escucho, recuerdo una frase lacerante de una mujer formoseña de Pozo de Tigre, Marisa González, entrevistada en PPT, programa de Jorge Lanata, año 2013. “Mis hijos tienen hambre de agua”, dijo sollozando. El gobernador sempiterno había tapado varios pozos de agua. Ése es Gildo Insfrán, un inequívoco ejemplo de lo peor de la política.
Diario Clarín, 5/5/2023