¡Menos mal, chicas, que a falta de ficción, tenemos los entuertos entre panelistas!
¿Qué pasó ahora, Cris? ¡Actualizáme, please!
¡Qué NO pasó, querrás decir! Los chimenteros en guerra entre sí. Se tiran con munición gruesa.
Se confirmó lo de los cuernos de Brancatelli, ¿no?
Y, sí. Lo negaron hasta que no tuvieron más remedio que admitirlo. Y ojo que no fue un “touch & go”. Hace 5 años que el tramposo engañaba a su jermu con su amante pechugona.
Lo gracioso es que se embronca con sus colegas por salir en cadena nacional, cuando él habla pestes de la vida ajena hace añares. Una dosis de su propia medicina le están aplicando.
¿Lo perdonará su mujer como Shanina perdonó a Latorre?
Lo dudo. Yo que ella le meto las pilchas en bolsas de consorcio y lo pongo de patitas en la calle. Demasiada humillación pública. Que Branca se vaya a shorar al campito, diría Pachano.
¿Y qué me cuentan de Belén Ludueña, alias la llorona?
¡No me digas que hizo el mismo papelón otra vez!
¡Sí! A este ritmo, se va a quedar sin panelistas o sin programa.
¿Por?
La primera vez, cuando invitó a Roberto García Moritan, la puso incómoda que Evelyn Von Brocke le preguntara sin filtro sobre sus reiteradas infidelidades, y Belén rompió en llanto.
¿Y de qué otra cosa se le puede preguntar a ese chabón? Siempre será el ex de Pampita.
Resultado: Evelyn, AFUERA!
¿Y ahora?
Esta vez fue más picante. El entrevistado era nada menos que el dorima de la conductora, el Jefe de Gobierno. Y Amalia Díaz Guiñazu le recriminó a Jorge Macri el mal funcionamiento de las cámaras de la ciudad. El tipo reaccionó mal, y su jermu, peor aún.
Pero convengamos que la panelista estaba en su derecho de hacerle esa pregunta, ¿o no?
¡Por supuesto! Por más que Belén se defina como “una gran profesional”, digamos que no le luce si va a moquear cada vez que la contradigan. ¡Hay que separar los tantos, che!
¿Y cómo sigue esto? ¿La Díaz Guiñazú AFUERA, como Evelyn?
O Belén AFUERA, aunque se justificó diciendo que está muy sensible porque está en pleno tratamiento para quedar embarazada. La vieja excusa de las hormonas … Cringe.
A otro que se le saltó la térmica fue a Casero en el streaming del pelado Trebuck. Se mandó a mudar, como ya lo había hecho en el programa de Majul, el interrumpidor serial.
¿Y qué me cuentan de Lilita? Está hecha una estandapera zarpada últimamente.
Yo la vi en la mesaza de la Chiqui, y me dio asquete que hablara con la boca llena de comida.
Más deschavetada estuvo en “Sólo una vuelta más”. Se puso a polemizar con la genial imitación de Milei que hace Ariel Tarico. Lo increpó como si dialogara con el mismísimo presidente. Diego Sehinkman es psicólogo y tiene cancha, pero- así y todo- el programa se le fue de las manos. Imparable la Carrió.
Hay gente que no sabe retirarse a tiempo. Sobre todo, en la política. Y generan vergüencita.
Lo cierto es que Wanda debe estar al borde de un ataque de nervios, porque ya no acapara la atención del mundo mundial. La han desplazado lastimosamente.
Vamos a ver qué pasa hoy con las elecciones en CABA. Otro culebrón con personajes impresentables. ¡Quévachaché! Es lo que hay … ¡Chin, chin!