
Yo pensaba que lo peor que iba a ver en la tele abierta eran productos mediocres como “Gran Hermano”, donde un grupo de personas sin ningún talento ni atractivo en especial se maltratan, se traicionan, se manipulan, se atan para obtener cigarrillos, se burlan y denigran entre sí, y muestran lo peor del ser humano.
O que nada igualaría el lamentable “Wanda-Gate”, con esas pobres criaturas como rehenes de adultos desquiciados.
Pero estaba equivocada.
Lo que sucedió en la “Des-Honorable” Cámara de Diputados el miércoles 2 de julio supera cualquier chatarra televisiva o mediática.
Un muestrario de groserías, mala educación, vulgaridad, falta de respeto e irresponsabilidad inconcebibles de parte de nuestros patéticos “representantes”, que cobran abultadísimos sueldos mientras protagonizan escándalos y papelones inconmensurables e imperdonables.
¡Vergüenza dan! No nos merecemos esa calaña de gente.
Diario Clarín, 04/07/2025