· ¡Ay, chicas! ¡No se puede comprar nada! ¡Los precios por las nubes! Recién vengo del chino: gasté 10 lucas en un par de boludeces.
· Yo tengo la solución. Hagamos como “Lisistrata”.
· No la juno. ¿Quién es?
· Quién era, querrás decir. Estás flojita en literatura griega, Vivi.
· ¡Qué viva, Leti! Vos porque sos profe jubilada. Tenés todo más fresquito en el balero.
· ¿Las desasno, sí o no?
· Y, dále.
· ¿Les suena un chabón llamado Aristófanes?
· ¿Primo de Aristóteles?
· Tanto no sé, pero eran más o menos de la misma época.
· Seré curiosa: ¿qué tienen que ver esos griegos antiguos con el chino de la vuelta?
· Paso a explicarles. Aristófanes era un comediógrafo famoso, de vanguardia. Escribió una obra llamada “Lisistrata”. La mina, gran precursora del feminismo. Y eso que estamos hablando de 400 años antes de Cristo.
· Sigo sin entender, Leti.
· Lisistrata y todas las mujeres griegas estaban hartas de que sus maridos fueran a la guerra, y cansadas de engendrar hijos que tarde o temprano morirían en el campo de batalla. Entonces, se cruzaron de piernas. No sé si me explico.
· No. No te explicás.
· Empezaron una huelga sexual. Todas las minas de Atenas y Esparta se adhirieron.
· No sé vos, Leti, pero nosotras estamos de “huelga sexual” porque nadie nos da bola, no por decisión propia. Además, ¿qué tiene que ver eso con la inflación?
· Lo que yo les propongo, chicas, es que iniciemos una huelga de bolsillo, o de billetera, como quieran llamarla.
· ¿Querés decir “no comprar”?
· Algo así. Sólo comprar lo mínimo indispensable.
· Ya que vos, que te hacés la culturosa, la nombrás a Lisistrata, yo la voy a evocar a una ídola autóctona: Lita de Lazzari. ¿La recuerdan?
· ¿Cómo olvidarla? “¡Camine, señora, camine! ¡Busque precios!” Gran defensora de los derechos del consumidor.
· Si no compramos, amigas, tarde o temprano los precios van a bajar, porque si no, los comerciantes se van a tener que meter la mercadería donde la espalda cambia de nombre.
· ¿Vos decís que el mercado se va a auto-regular por la famosa ley de oferta y demanda?
· ¡Obvio! Elijamos segundas marcas; hagamos compras comunitarias, volvamos a viejo y glorioso canje.
· ¡Qué bajón! Todo eso me deprime.
· A mí me deprime más que me afanen.
· ¡Pero justo nos agarra en las fiestas! Nos arruina la comilona navideña.
· ¡Mejor! ¿Vos no querías bajar de peso para que te entre la enteriza?
· Me convenciste, Leti. Y les propongo otra iniciativa. Si me ayudan a desmalezar el fondo, armamos una huerta y nos surtimos de verdura fresca gratarola.
· Ojo que si nos descaderamos en el intento, las prótesis nos van a salir más caras que el chino de la vuelta.
· Tocáte la izquierda, Leti. ¡Viejos son los trapos! ¡Tenemos cuerda para rato!
· ¡Feliz Navidad gasolera, amigas! Resistamos contra viento, marea e inflación. ¡Chin, chin!
Diario El Día de La Plata, 24/12/2023