· Chicas, ¿me pueden desasnar, please?
· ¿Qué querés saber, Mirta?
· ¿Qué es la estanflación? Me suena a gordura, a inflamación, a estancamiento …
· Algo así, Mirta, pero no referido al cuerpo sino a la economía. Lo que se inflama son los precios y lo que se estanca es el peso.
· Perdón, chicas, pero la definición de estanflación es recesión con inflación. Un cocktail letal. Aumentan los precios y baja el consumo.
· ¡Chocolate por la noticia! Eso no es nada nuevo. Hace décadas que la padecemos.
· Vamos a tener que ajustarnos el cinturón.
· Yo no uso. Me aprieta la panza. Y me corta el talle.
· ¡No le dan tiempo al Peluca! ¡Ya lo quieren voltear y todavía ni asumió!
· Malos perdedores. Cero tolerancia a la frustración.
· Los Belliboni de la vida me hacen acordar a la “generación de cristal”.
· ¿Qué es eso, Rita?
· Los “millennials” que padecen de fragilidad emocional. No los podés corregir ni criticar porque rompen en llanto. Si no logran un objetivo o no alcanzan una meta, se frustran para siempre. Con guante de seda hay que tratarlos.
· ¿Y eso no será culpa nuestra, de los adultos que los criamos?
· Los MAL- criamos, querrás decir. Puede ser. Eso de darles todos los gustos, de no ponerles límites.
· Me trajiste a la memoria la canción del Nano, “Esos locos bajitos”: “Nada ni nadie puede impedir que sufran, que las agujas avancen en el reloj, que decidan por ellos, que se equivoquen, que crezcan y que un día, nos digan adiós…”
· El tema es que ahora no nos dicen nunca adiós. Se quedan en casa con todo servido.
· Cierto. O se casan, se divorcian y vuelven al nido.
· ¿Me parece a mí o nosotras crecimos con el cuero más duro?
· Y, sí, Delia. Estamos curtidas. Nuestros viejos no tenían tantas contemplaciones ni nos daban tantas opciones.
· Y nos bancábamos la respuesta “¡Porque no, y punto!”, sin chistar. A otra cosa, mariposa.
· Hablando de gente embroncada con el nuevo Presi, ¿vieron la cara de la Jefa cuando lo proclamó Presidente en el Congreso?
· Contenta no se la vio. Y no fue la única. Hubo varios que ni aplaudieron y murmuraban improperios por lo bajo.
· Trago amargo. Ajo y agua. Quévachaché. A veces se gana y otras se pierde.
· La conclusión que saco de esta campaña eterna, es que tenemos una clase política de terror. De uno y otro lado. Se caen de sus inflados egos y se hacen moco. Una feria de vanidades vergonzosa. Nadie piensa en el bien común ni en la Patria, sólo en sus ambiciones personalísimas, de poder, de privilegios y de guita.
· ¿Sabrán los que aceptaron los cargos que Milei les prohibió irse de vacaciones?
· ¡Me parece perfecto! Nadie te da vacaciones en un laburo nuevo.
· Dicen que el Peluca es un “workaholic”. Madrugador, además. Los va a tener carpiendo.
· Que den el ejemplo. Son “public servants”. Que se ganen el suelo como cualquier hijo de vecino.
· Hablando de eso, les traje ñoquis caseros que me sobraron del 29. La salsa se las debo.
· Brindo porque éstos sean los únicos ñoquis de esta nueva etapa. ¡Chin, chin!
Diario El Día (digital) 3/12/2023