Charlamos con Leandro Piccolo de la Compañía Teatral Ambulantes sobre su espectáculo «Lo Discepolín».
IB: Contáme algo de la historia del grupo, y del recorrido que han hecho desde el comienzo?
LP: La Compañía Teatral Ambulantes es una cooperativa formada por actores y técnicos de la ciudad de La Plata, en el año 2010, con su primera producción “Piera (o la Asunción de la Virgencita de los Desilusionados)” de Martha Bugiolachi quien además la dirigió. Con “Piera”, participamos en los ciclos “Teatro en las Escuelas” y “Fiestas Regionales de Teatro Independiente”de la Comedia de la Provincia, “La Noche de los Teatros”, y “Concurso de la Comedia Municipal”. También realizamos funciones por nuestra cuenta en diferentes salas de la ciudad y en gira por Gral. Madariaga, ciudad de origen de nuestra directora, a la cual también llevamos “Las Menganitas: cuento sin ton pero con son”. Otra propuesta escrita por Martha Bugiolachi y dirigida por Maby Lezica que se estreno en 2013 en La Casa de Cultura de Berisso, y con la que incursionamos en el género infantil. Luego vino “El poeta y el duende”, un recorrido por el pensamiento, la obra y el universo musical de Federico García Lorca. La propuesta viene de la mano de Verónica Caballero, quien la dirige y actúa. En este espectáculo pudimos incorporar músicos en vivo que acompañan el relato del poeta. Actualmente estamos haciendo “Lo Discepolín”, un espectáculo unipersonal que pretende homenajear a Enrique Santos Discépolo, su obra, su poesía, su sentir. La obra la escribimos en conjunto con Martha Bugiolachi, en un proceso lleno de descubrimientos. Es muy rica la vida de Enrique.
¿Quiénes la integran? ¿Qué tipo de obras suelen montar? ¿Alguna preferencia en cuanto a género, autores?
Con el correr de los años, la compañía ha sido integrada por: Martha Bugiolachi, Verónica Caballero, Claudia López Osornio, Luis Segade, Silvia Chilo, Maby Lezica, Cecilia Robert, Carolina Cuello, Manu y Rodrigo Amar, Sergio Alzamendi, Adriana Matar, Zoe Asaff, Raúl Gaido, Gabriela Pellegrini, Florencia Gualchi, Micaela Carballo, Maximiliano Flores Godoy, y yo. Es un grupo muy abierto a escuchar las propuestas de sus integrantes, lo que hace que las obras no sigan una línea. Trabajamos con textos propios y cada uno de nosotros tiene algo diferente para decir…
¿Por qué Enrique Santos Discépolo como fuente de inspiración para este espectáculo? ¿Qué los conmueve de su obra, de su personalidad, de su vida?
Enrique apareció en mi vida por casualidad, en una feria de libros usados, quizá atraído por mi gusto hacia el género grotesco. Leí un par de veces esa biografía, con la firme convicción de querer interpretar a este personaje. Es muy atractivo, muy rico, lleno de matices. Con una infancia muy dura y un triste final, momentos de éxito y
desesperanza. Interpreta la angustia popular de su época y la refleja en sus letras, en sus obras de teatro, en su discurso. Es empático con el otro. Talentoso, inteligente, sensible. Entrañable.
¿Cuáles fueron las fuentes de información a las que recurrieron?
La primer biografía fue “Discépolo, una biografía argentina” de Sergio Pujol, esa que apareció de repente. Tentado por la curiosidad vinieron “Discépolo. Todavía la esperanza. Esbozo de una filosofía en zapatillas” de H. Daniel Dei, “Enrique Santos Discépolo el poeta de Cambalache” de La Nación, “Fratelanza” de Norberto Galasso – Jorge Dimov, ¿A mí me la vas a contar? Discursos de mordisquito” de ediciones Terramar, “Discepolín y yo” de Tania, “Escritos inéditos de Enrique Santos Discépolo”, por nombrar algunos. Analizamos también su filmografía, sus tangos, y los testimonios de otros personajes que lo frecuentaban. En todo el material de video que existe a disposición se puede ver a Enrique Santos interpretando un personaje, pero nunca a él. Fue un actor muy comprometido y con una máscara muy fuerte difícil de develar, pero en cambio podemos escuchar su voz en los discursos radiales, donde se mostraba transparente como en sus letras.
¿Cuánto tiempo llevó la gestación de este proyecto? ¿Con qué dificultades se encontraron?
Te diría que fueron varios años hasta sentir que era momento de estrenar. Hubo una primera etapa dedicada a la investigación bastante intensa, en la cual me sumergí en todo el material que mencioné antes. Aparecieron líneas de tiempo, y cuadros sinópticos que empapelaron mis hogares, ya que sobrevivieron una mudanza, incluso. Con esto surge nuestro guión madre, (¡eterno!), nuestro punto de partida para empezar a ensayar. El proceso de ensayos, que nos llevó un año y medio aproximadamente, fue el tamiz que dio como resultado el texto final, aunque aún hoy, con la obra en escena, sigue evolucionando. Quedaron cosas en el camino, y aparecieron otras nuevas. El aporte de Martha Bugiolachi en la co-autoría y dirección, fue fundamental para sintetizarlo. Con una vida tan intensa como la de Discepolín, fue difícil elegir aquellos momentos que lo definen. Todo es interesante de mostrar. Utilizamos metáforas como recurso para transmitir algunas cuestiones que el público incorpora a lo largo de los 60 minutos que dura el espectáculo. En el medio, aparecieron amigos ofreciendo vestuario, zapatos, utilería, el asesoramiento vocal de Florencia Gualchi para cantar tangos que nunca lo había hecho y las pistas de piano de Juan Manuel Lopetegui, la puesta de luces de Claudia López Osornio ambientando los momentos, y la asistencia de Verónica Caballero. Hasta llegamos al Panteón de SADAIC en Chacarita, para visitar al tío Enrique.
¿Por qué eligieron el formato de “unipersonal” para contar esta historia?
Creo que tiene que ver con el recurso que encontré para escribir la obra desde mi condición de actor y no de autor. Nace de la dramaturgia del cuerpo, esa que te hace
escribir una línea e inmediatamente pensar como decirla, como moverse, o por el contrario, improvisar una situación y luego escribirla, nunca fue pensado desde otro lugar que no fuera desde la actuación. Esto es algo que puedo reflexionar hoy; durante el proceso fue algo más intuitivo. El personaje viene cargado de un cúmulo de experiencias y facetas, que honestamente no me quería perder de interpretar. Era una puerta directa al juego, al teatro.
Tengo entendido que ya cosecharon varios premios con «Lo Discepolin»
Nuestra cuarta función fue en el Concurso de la Comedia Municipal. Allí “Lo Discepolín” resultó una de las obras ganadoras en la categoría “adultos” y obtuvimos una mención a “mejor unipersonal”. Esto nos permitió realizar funciones gratuitas en diferentes ámbitos de la ciudad y dar a conocer los rincones no tan populares de Enrique. También participamos en otros ciclos como Teatro por la Identidad y Encuentro de Teatro Independiente La Barraca, y realizamos funciones en C.A.B.A.
¿Dónde y cuándo presentarán la obra, Leo?
El Sábado 9 de Junio volvemos a la sala Allegro Ma Non Troppo, ubicada en La Merced Nº322 de Ensenada, donde ya realizamos funciones. La cita es a las 20hs con entrada a la gorra, para toda la familia.
Ficha técnica
Dramaturgia: María Martha Bugiolachi – Leandro Piccolo
Dirección: María Martha Bugiolachi Actor: Leandro Piccolo
Luces: Claudia López Osornio Sonido: María Martha Bugiolachi
Asesoramiento vocal: Florencia Gualchi
Pistas piano: Juan Manuel Lopetegui
Asistente: Verónica Caballero