Cada vez que Alberto Fernández habla en público, mal que nos pese, lo hace en representación de todos los argentinos, puesto que aún sigue siendo nuestro Presidente. Muchas de sus declaraciones, a muchos de nosotros, nos generan vergüenza. Como cuando hace unos días en el marco de la cumbre del Mercosur salió en defensa de Nicolás Maduro, cuyo régimen ha bloqueado la candidatura presidencial de la opositora María Corina Machado. “Lo tienen que resolver los venezolanos”, dijo Fernández, a lo Poncio Pilatos. Debería aclarar que ése es “su” pensamiento, no el de quienes creemos que Maduro está muy lejos de ser un líder democrático, respetuoso de la oposición. Sobran las pruebas para afirmar que el sucesor de Hugo Chávez persigue a quienes piensan distinto.
Contrastando con los dichos de Alberto Fernández, Luis Lacalle Pou sí se refirió sin eufemismos al no respeto de parte del régimen venezolano de las instituciones, de los derechos humanos y de la democracia. Clarito y contundente. Con esa línea de pensamiento, muchos argentinos sí nos identificamos. Envidia sana.
Diario Clarín, 10/7/2023