- Chicas, ¿cómo andan de los pies?
- ¿En qué sentido, Lili?
- ¿Están mostrables? ¿O tienen callos, dedos martillo, juanetes, pelitos, durezas plantares, uñas encarnadas, hongos?
- ¡Pará, nena! ¡Qué asco! ¿Desde cuándo tanto interés?
- Para ver si estamos en condiciones de hacer unos manguitos.
- ¿Con los pies?
- ¡Sí!. ¿No oyeron hablar de “feet finder”?
- Ni idea. ¿Qué es?
- Una plataforma para la venta y compra de fotografías de pies con fines sexuales y fetichistas. No sabés la guita que hacen algunos. Una fotito, 22 verdes. Un videíto, 19.
- ¡Ah! ¿Lo que hace Flor Peña?
- No. Ésa es otra plataforma: “Only Fans”. Ahí tenés que mostrar más carne. Lolas y cola. A nosotras se nos pasó el cuarto de hora. Pero si nuestras patas están presentables, mostramos los “feet” y ligamos algo.
- Es un buen rebusque, Lili. Sobre todo, porque no hay que poner la jeta.
- Tendríamos que ir a la pedicura primero, ¿no? ¿Se puede usar filtro en las fotos?
- Discúlpenme, chicas. Pero no entiendo cómo un tipo se puede calentar mirando pies.
- ¡No discrimines! Un tipo o una mina. ¿Lo ubicás a Tacho Riera?
- Me suena … ¿Fue novio de Silvina Escudero?
- Sí, entre muchas otras. Bueno, parece que el pibe se dio cuenta que vender fotos de sus patas le rinde más que trabajar como actor. Y las minas se calientan y garpan. No se puede creer.
- Hay de todo en la Viña del Señor. Sobre gustos, no hay nada escrito.
- Si no se ríen de lo que les voy a contar, y me guardan el secreto, yo tengo algo en mi poder que también me puede hacer millonaria.
- Somos una tumba, Vilma. Largá el rollo.
- Rollo. Palabra adecuada. Saqué una foto que va a dar que hablar.
- ¿De alguna “celebrity” de trampa?
- ¡No! De un OVNI que aterrizó en el fondo de casa.
- ¿Qué?! ¿Cuándo?! ¿Estás segura?! ¿Habías tomado algo … vino … cerveza?
- ¡Ni una gota! Bien sobria estaba.
- ¿No sería uno de esos globos que mandaron los chinos para espiar? ¿O un dron perdido?
- ¡Te digo que era un plato volador! ¿No se enteraron que de golpe aparecieron un montón? Aquí nomás, en La Plata. En el Parque San Martín, en la Zona 72 …
- ¡Qué nervios!!! ¿Y qué hiciste?
- Me quedé dura. La verdad, si bajaba alguien de la nave, tenía ganas de pedirle que me abdujera, porque en cualquier lugar se debe vivir mejor que acá …
- ¿Y? ¿Qué pasó?
- Nada, Cuando reaccioné, agarré el celu para sacarle una foto, sin flash, para no levantar la perdiz. Pero estaba re oscuro. Les confieso que todavía no la miré. Quería verla con ustedes.
- ¡Y dále! ¡Me muero de curiosidad!
- ¡Y tenés razón, Vilma! ¡Se la podés vender a los medios!
- Bueno. Ahí va. La abro.
- ¡Vilma! … ¡Esto es una …. selfie! ¡Sos vos con cara de susto en primer plano!
- ¡Me caigo y me levanto! ¡Ni una me sale bien! Me abataté.
- No importa. Te creemos igual, amiga. En una de ésas, vuelven.
- ¡Dios te oiga! Para la próxima, tengo el bolsito preparado y mi vieja Polaroid Instamatic. ¡Chin, chin!
Diario El Día, After Office, 19/2/23