Un debate aburrido, encorsetado, guionado. En medio de la inconmensurable crisis, siento que los candidatos siguen alejados de los problemas cotidianos de la gente común. El terror con el que convivimos a diario al entrar o salir de casa; que no nos maten por la moto o el celular. Los precios imparables, no ya de bienes suntuarios sino de comida, de remedios. ¿Tan alejados están del ciudadano de a pie? ¿Tan huérfanos estamos de dirigentes que estén al tanto de estas necesidades básicas no cubiertas? ¿Y la corrupción indisimulable? ¿El Chocolate-gate? Esperemos que el próximo debate esté más vinculado al aquí y ahora de los argentinos. Menos gestitos, menos chicanas, menos sarasa, menos promesas vanas, y más responsabilidad cívica.
Diario Clarín, 3/10/2023