por Irene Bianchi
¿Se puede hablar de “década ganada” cuando un niño de nuestro país tiene “hambre de agua”? ¿Cuándo una niña se muere de desnutrición, y su madre tiene que acarrear su cuerpito, porque no hay quien la lleve? ¿Puede el gobierno ufanarse de la “década ganada” cuando las villas de emergencia crecen y se multiplican? ¿Cuándo –ya no en Salta o Formosa – sino aquí nomás, en el conurbano, mucha gente vive sin cloacas y sin gas natural? ¿Se puede hablar de “década ganada” cuando en La Plata, a 5 meses de la trágica inundación del 2 de abril, el Estado sigue ausente sin aviso? ¿Se puede ser tan ciego o tan necio como para no admitir los crasos errores de gestión del kirchnerismo? ¿Cómo se entiende este súbito viraje en el tema seguridad? ¿Hacía falta el revés de las PASO para que los funcionarios reconocieran que los ciudadanos estamos hartos que nos asalten y nos maten? ¿Recién ahora es cierto y antes no? ¿Hasta cuándo nos van a seguir subestimando? ¿Hasta cuándo este destrato, esta tozudez, esta improvisación permanente en todos los órdenes, esta patológica negación de la realidad, este divorcio entre el “relato” y los hechos, entre las palabras y las acciones concretas? Preguntas que me hago tras esta «década desaprovechada».