¿Porque ganamos el Mundial, Pato? ¡No le restes méritos a la Scaloneta!
No es por la Copa. Lo digo por lo que pasó el martes. O más bien, por lo que NO pasó.
No te entiendo.
¿Ustedes vieron los millones de humanos que salieron a esperar el paso de los jugadores?
Sí, por la tele. No me animé a sumarme.
Bueno, explicáme cómo no hubo miles de muertos en medio de semejante apretuje y amuchamiento al rayo del sol, sin agua, sin baños, sin un centímetro para moverse.
Algunos salieron magullados.
¡Obvio! Los que se treparon a los semáforos, a los carteles, a los techitos, o los que se tiraron en palomita desde los puentes. Loquitos con vocación suicida, que se la buscaron.
¡Qué aguafiestas que sos, amiga!
¡Aguafiestas, no! Se puede festejar sin romper, ni enchastrar, ni hacer tantas locuras.
Lo que pasa es que teníamos muchas ganas contenidas, Pato. ¿Cuánto hacía que no teníamos una alegría?
No quiero hacer historia antigua, pero diría que desde que los milicos dejaron de intrusar la Casa Rosada, allá por el 83, fueras o no radicheta.
Lo malo es que toda esa gente se quedó con las ganas de saludar a los jugadores.
¿Sabés por qué? Porque no saben organizar ni un baby shower, ni un velorio, ni un festejo.
¿Y la festichola de Olivos?
Ahí Alberto, según él, no tuvo nada que ver. ¿Se acuerdan lo que dijo? “Lo organizó mi querida Fabiola”. La mandó en cana sin asco nomás.
Y él también se quedó con las ganas de la fotito con los “scalonetos”.
Es como el perro del hortelano. No come ni deja comer al amo.
¿Vieron la gambeta de Messi?
¿En el partido? ¿Cuál de ellas?
¡No! En Ezeiza. Lo gambeteó a Wado como un Rey. Otro que se quedó con las ganas.
Me parece bien que la Selección no se haya dejado usar políticamente.
Sí, pero en la Pink House se quedaron bañados y sin visita, como decía mi vieja. Hasta había catering, alfombra roja, “tutti i fiocchi”.
Se lo habrán repartido. Seguro que no dejaron ni las migas. Conociéndolos …
¿Les gustó cómo cantó Lali?
¿Cantó? ¡Ni se la oyó! Para mí que hizo fonomímica.
La soprano francesa le pasó el trapo. ¡Cómo me gusta la Marsellesa!
¡No seas desclasada, Susy!
¿Qué es eso?
¿No lo viste al chabón ése de la TV Pública, un tal Fiorentino, que calificó así a los futbolistas que no quisieron ir al encuentro del Presi?
¿Y qué quiso decir?
Que reniegan de sus orígenes, vaya una a saber. Que no se mezclan en política.
Mirá, si Mahoma no va a la montaña, que la montaña vaya a Mahoma.
Traducílo, please.
Digo que Alberto podría haber ido a Ezeiza o al predio de la AFA si quería la foto histórica con la Selección. Ellos son los famosos, no él.
Se la perdió por soberbio. Quévachaché.
Consulta, el otro Fernández, Aníbal, ya renunció? ¿Y Berni?
¿Cuántas veces te tengo que recordar que los kirchneristas NO renuncian? Son vitalicios, como los sindicalistas. Abulonados a sus cargos.
Bueno, chicas, a brindar por estos pibes que, aunque sea por un ratito, nos devolvieron la alegría perdida. ¡Chin, chin!