Juana Viale no es periodista. Sin embargo, debo decir que, en mi opinión, la entrevista que le hizo el sábado pasado al expresidente Mauricio Macri superó ampliamente a las que le han hecho avezados periodistas de carrera. ¿Por qué? Preguntó bien, desde el sentido común, cortito; le dio tiempo para explayarse sin interrumpirlo; creó un clima cálido, relajado, desestructurado, de entrecasa. Y Macri hizo algo que Alberto Fernández aún no ha hecho y no sé si hará: una autocrítica sincera de los errores de su gestión, de los que seguramente aprendió, si volviera al gobierno. Macri no insultó a nadie; medido, educado, tampoco apuntó a profundizar la grieta. Para muchos televidentes, en medio de esta incertidumbre, de esta noche oscura en que está sumida nuestra Argentina, de esta gran tragedia mundial que estamos padeciendo desde marzo 2020, sus palabras encendieron una lucecita de esperanza hacia el futuro, tan imprescindible como el aire. No todo está perdido.
Irene Bianchi para La Nación