Entrevistado por el periodista uruguayo Luis Alberto Carballo, el humorista Dady Brieva –refiriéndose a la situación socioeconómica de la Argentina– contestó escuetamente: “No me mueve la aguja a mí. Yo estoy bien; es literal, yo estoy bien económicamente”. Por su tono y su actitud, me resultó inevitable leer el subtexto de esta declaración, leer entrelíneas, y lo traduciría así: “Yo estoy bien, y es lo único que me importa. Si el resto la pasa mal, no es mi problema”. Su absoluta falta de tacto, de empatía, habla pésimo de un artista popular, que si está “bien” es gracias al público que pagó durante años las entradas para verlo arriba de un escenario, y que también ve su programa en el canal oficialista C5N. Ya había dado claras muestras de su insensibilidad en varias ocasiones, como cuando dijo en 2020: “Unas ganas de agarrar un camión y jugar al bowling por la 9 de Julio”, atropellando a quienes se manifestaban pacíficamente en contra de este gobierno.No tiene filtro Brieva a la hora de expresar su odio a quienes no piensan como él.
Diario La Nación, 30/08/2023