- ¡Ay, chicas! ¡Estoy desolada! Se casó el amor de mi vida. Y no conmigo.
- ¿Quién, Mecha?
- ¿Cómo, quién? El tipo más buen mozo del planeta. George Clooney.
- ¡Ah, sí! Prácticamente, se alquiló Venecia. Diez millones de euros le salió la festichola de varios días. Con invitados requetetop: Matt Damon, Bono, Brad Pitt, Cyndy Crawford … La créme de la créme.
- ¿Y qué? Acá se viene otra boda glamorosa. Insaurralde y Cirio.
- ¿Glamorosa? ¿Me estás jodiendo? ¿Leíste lo que dice la invitación? “Let’s Party, MTHFCK”. O sea: “Let’s Party, Motherfuckers”. Una grosería de aquellas. Cero glamour. Una gronchada tamaño baño. En inglés, eso sí.
- Lo peor es que Jessica ya se ve como Primera Dama. Ya me la imagino en el balcón de la Rosada, vociferando: “¡Electrodos para todas y todos!”
- Si se cumple esa profecía, yo me meto a monja. ¿Habrá límite de edad?
- Y después se viene otro casorio. El de la Niña Loly y el Niño Jorgito.
- Seguro que la Dama de Honor es Marianela Mirra, la tucumana despechada.
- ¿Qué es esta moda de los políticos de engancharse con minitas de la farándula? ¿No se dan cuenta que les patea en contra? Mirálo a Redrado, el nerd prolijito que se debate entre la Barbie Salazar y Amalia Granata, que se hizo famosa por meterse de prepo en la pieza de Robbie Williams? Pato criollo, el economista.
- Son tipos sin rocío. Se quemaron las pestañas estudiando, y de grandes, les agarra una calentura tardía. “À la recherche du temps perdu,” diría Proust.
- Igual, chicas, prefiero mil veces consumir estos chismes baratos, que escucharla a la Presidente. Está cada día más enojada. Se pelea con Dios y María Santísima. No deja títere con cabeza. Y eso que estuvo con el Papa. Lástima que no se pegó un baño de inmersión en agua bendita. Por ahí, se tranquilizaba.
- Estamos a un año de las elecciones. No es tanto, chicas.
- El tiempo es tan relativo, Elsita. A veces se hace de goma, y a veces, vuela.
- A este paso, vamos a llegar arrastrándonos. Sin un mango, enrejados, peleados con el mundo y entre nosotros, acorralados por piquetes y huelgas generales…
- ¿Ves? Cristina tiene razón. Vos formás parte de la cadena del desánimo.
- Ahora que decís cadena, ¿tendrán una para prestarme? Me cortaron la de la bici para afanármela los otros días.
- Para mí, la cadena del desánimo es la cadena nacional, ¿qué querés que te diga? La pongo en mudo y me divierto con la intérprete.
- ¿Y si le preparan una sopita de Lexotanil en Olivos? Mirá que hay que tirarse contra Obama, contra Alemania, contra el Estado de Israel…
- Se tiene fe. Anda bien de la autoestima. No como nosotras, que estamos hechas unas piltrafas.
- ¡Qué viva, Graciela! Yo con la fortuna que tiene, también andaría bien de la autoestima.
- ¿Y saben cuál es la frutilla de la torta? Vuelve Guillermo Moreno, el amoroso.
- ¡Uy! ¡Eramos pocos y parió la abuela! ¡Estamos todos! ¡Pongan los fideos!
- Y entretanto, Amadito sigue sumando causas. Ya llenó el album, el Vice.
- Oficialmente, hablan de una reestructuración del Gabinete. La verdad de la milanesa, es que se están agarrando de las mechas.
- No todos. Timerman es pelado. Ni idea de dónde lo agarrarán al Canciller.
- ¿Para qué mirar “Guapas”, si ésta es la mejor ficción, ¿no? ¡Chin, chin!