Obvio. For ever! Mi espacio sagrado. Lo defiendo a capa y
espada.
¡Debés estar gastando un platal! ¿No te conviene ir a la tele,
o aparecer en las revistas?
¿Qué tiene que ver?
¡Cómo! ¿No te diste cuenta que últimamente todas las
celebrities hacen terapia en la cajaboba?
¿Por quién lo decís?
Empecemos por la Alfano, una nueva “Angelita” en el
Purgatorio de De Brito. Primero, confesó que, allá lejos y hace tiempo, se encamó
con Diego, cuando él aún estaba casado con la sufrida Villafañe. Y cero culpa.
¿Y no habrá un o una Alfanito por ahí? Porque está visto que
el 10 nunca vio un forro en su vida.
Y no contenta con esa bomba innecesaria, a destiempo, la
amiga de las tostadas contó que su padre no se suicidó sino que fue asesinado.
Se querrá hacer un lugar en medio de esas lenguas viperinas. Son
más malas que las arañas pollito.
Otro. Fernando Dente. Contó en “People” que su padre
biológico no es su padre de crianza. Parece que su mamá tuvo un affaire con un
cura, y él es fruto de ese romance.
¡Ay! ¡Como la peli “Camila”!
¡Qué historia de amor!
Ahora están todos los chimenteros como locos rastreando al
cura que dejó los hábitos y formó una familia.
A mí no me extraña, chicas. Todo es un “Truman Show”. Todos
sufren de incontinencia verbal.
Disculpen, chicas, pero el espectáculo que están dando los
políticos, es mucho más patético que la forrándula vernácula.
¡Ni hablar! Se abrieron los sarcófagos y reaparecieron varios
muertos, Se tironean de las mortajas los chabones.
¿Alguna de ustedes me puede explicar qué es eso de las
“colectoras”?
Una chanchada, Miriam. No quiero ser malpensada, pero que yo sepa,
eso de “ir por colectora” es una manera vulgar que significa tomar una ruta
alternativa … en la cama. ¿O no?
Coherente. De eso se trata. Al “puebloargentinosalú” hace
rato que los gobiernos le vienen rompiendo la colectora.
Se roban figuritas, como los elencos berretas de verano.
Tientan a alguien para que abandone a su compañía.
Es como el juego de las sillas. Pero la meta es apoyar el
traste en el Sillón de Bernardino, claro.
Me parece que hasta una semana antes de las elecciones, no
vamos a saber quién está con quién. El cuarto oscuro estará más oscuro que
nunca.
¿Qué pasaría si todos los millones de argentinos votáramos en
blanco, como muestra de que nadie nos convence?
Una utopía. Nunca nos ponemos de acuerdo en nada. Sería
imposible.
Ya lo sé, pero ¡qué sopapo a estos muñecos, ¿no?!
Y bueno, quévachaché, es la clase política que supimos
conseguir. Siempre forzados a elegir lo que se supone que será “el mal menor”.
Todo es digno de una tragedia de Shakespeare: intrigas
palaciegas, traiciones, alianzas, lucha por el poder, buchoneadas, espionaje,
las peores armas puestas en juego. El fin justifica los medios para los
candidatos. Carecen de escrúpulos.
¿Y nosotros qué somos? ¿Los espectadores en las gradas? ¿No
podemos tirarles tomates o huevos?
¡Ni se te ocurra! ¡Al precio que están! Sería como arrojarles
margaritas a los chanchos. Un verdadero desperdicio.
¡No seas exagerada, Mecha! ¡No todo está podrido! Hay
políticos decentes.
Yo lo que veo es, por un lado, gente sospechadísima de
corrupción, que multiplicó su patrimonio a la enésima potencia, y no hace otra
cosa que acumular causas. Y por otro, gente que no da pie con bola, que no pega
una, y nos seca los bolsillos. Y en el medio, unos cuantos honestos con poco
rating.
Lo cierto es que todos se pelean por María Eugenia. Es la
figurita difícil del álbum, ¿vieron? Todos le arrastran el ala.
Más por interés que por amor, diría yo. Pasaron del “Plan V”
al “Plan Y” de un plumazo. Grandes improvisadores.
Para mí es un “Plan X”: una incógnita difícil de despejar.
Chicas, a no preocuparse. Sobreviviremos, como siempre lo
hemos hecho. Tenemos el cuero duro, la piel curtida, el alma teflonada.
Hablando de impresentables, ¿vieron que Darthés faltó a la
cita? Se excusó por su “fragilidad psíquica”.
¿Y la fragilidad psíquica de las denunciantes? ¿Esa no cuenta,
no? ¡Qué caradura!
Y ojo que siguen apareciendo. Se le viene la noche al galán.
No hay abogado celebrity que lo salve.
Si uno tiene la conciencia tranquila, no huye ni se
escabulle. Que dé la cara, y listo el pollo.
Propongo que lancemos el “Plan Ommmmm”, para calmar los
ánimos. ¡Mozo, té de tilo para todas! ¡Chin, chin!