- Chicas, hoy vengo en son de paz. ¿Se acuerdan que me había ofendido por el regalito de cumpleaños un tanto ofensivo que me hicieron? Bueno, lo pasado, pisado. Amigas por siempre. Sin rencor.
- ¿Y qué hiciste con el paquete de pañales geriátricos, Chelita?
- No empieces otra vez, ¿querés? ¿No ves que estoy conciliadora?
- ¿Y se puede saber a qué se debe este drástico cambio de actitud?
- Es la tendencia. En la tele todos se amigaron: Moria con Nazarena; Nazarena con Gerardo; Gerardo con Flor de la V; Rial con la Niña Loly y con el 10; el 10 con Verónica y con Rocío; Claribel Medina con Santi del Moro. No puedo ir contra la corriente.
- ¡No les creas nada, Chela! ¡Va a durar lo que una flatulencia en la canasta de Caperucita! ¿Cuándo vas a entender que la farándula miente todo el tiempo?
- Nené tiene razón, Chelita. Además, no todas fueron rosas. También hubo espinas. ¿O acaso no vieron cómo Maradona lechuceó a su ex yerno? El Kun quedó “fuori della copa”, pobrecito.
- Dicen que, cuando se acabe el Mundial, Diego va a alquilar el Maracaná para reconciliarse con todos sus hijos no reconocidos, esparcidos por el mundo.
- ¿El Maracaná y cuántos estadios más?
- Se ve que el chiquitín le ablandó “il cuore” a Diego. Nunca es tarde, ¿no?
- Hablando de los jugadores, no sabía que “la mordida”, ese vicio de tantos políticos argentinos, había cruzado el charco, y ya lo adoptaron los hermanos uruguayos.
- ¿Lo decís por el tarascón de Luis Suárez al tano Giorgio Chiellini?
- El mismo que viste y muerde. Debe ser discípulo de Myke Tyson, que le sacó un cacho de oreja a su rival, Evan Holyfield, hace una pila de años.
- ¿No será que la dieta es muy estricta? ¿No estaría hambreado el charrúa?
- No sé de qué hablan, chicas. Yo aprovecho el horario de los partidos para ir al super, que no hay nadie. La ciudad está desierta. Mejor imposible.
- No lo confieses tan abiertamente. No queda bien. Suena anti-patriótico.
- Mirá, este súbito ultra nacionalismo me suena tan falso y oportunista, como los amores y odios de la farándula, si vamos al caso. ¿Por qué no tenemos el mismo espíritu de cuerpo entre Mundial y Mundial? No nos vendría nada mal.
- Yo lo que no soporto son las notas “de color” berretas de todos los noteros, que no saben con qué rellenar y justificar su estadía en Brasil preguntando pavadas.
- ¡Ni hablar de su portuñol básico! Tuvieron 8 años para aprender el idioma, en lugar de inventar palabras y hacerse los cariocas cancheros.
- Y además uno puede meter la pata sin querer. Ponéle que querés comprarle una camisa a tu nene y pedís una “camisinha”, ¿sabés qué te dan? Un preservativo.
- Peor pedir un “saco”, que en portugués alude a los genitales masculinos.
- ¡Uy, no! ¿Y “propina”? ¿A que no sabían que en portugués es “soborno”?
- Bueno, ¿ves? Eso se parece. Acá hay muchos que cobran ese tipo de propinas.
- Con todos los argentos que se fueron de joda al Mundial, ¿se imaginan las cantidad de “meninos” que van a nacer en 9 meses? Un “baby boom”.
- Pero los tramposos son tan torpes que se escrachan ellos solitos en los móviles. Aparecen borrachos, desorbitados, abrazados a alguna pulposa morena…
- ¿Y vos te crees que sus esposas se pusieron el cinturón de castidad en su ausencia? ¿O se quedaron tejiendo, como Penélope?
- Tengo mis serias dudas. ¡Siga el baile, siga el baile! ¡Chin, chin!