¡Che! ¡Qué papelonazo se mandó el Mr Big de Luli Pop! ¡Qué no se diga!
Más que Big, resultó ser un Extra Small. Poco barrio, el nerd. Cero rocío.
¿Lo habrán criado en un tubo de ensayo al economista?
El dijo que ella es demasiado ansiosa y acelerada: va en quinta y él en segunda.
Haberlo pensado antes. ¿Por qué no se buscó un fitito en vez de una Ferrari?
¿Desde cuándo la defendés a la muñeca inflable, Tina? ¿No te caía mal?
Defiendo al género, que es distinto. No podés calentar la pava y no tomar mate.
El que juega con fuego, se hace pis en la cama, decía mi abuela.
Y este muchacho se quemó, en más de un sentido, ¿no?
Estos tipos no aprenden. Se enamoran de minas cuyo único mérito es exhibir sus siliconadas desnudeces y después pretenden convertirlas en monjas de clausura.
Cierto. Luli desfiló vestida y recatada en el Carnaval de Gualeguaychú.
Parece que la corre el reloj biológico y tiene apuro por ser madre.
¡Qué verano de cabotaje! Todos los medios hablan de esto como si fuera un asunto de Estado. Hasta los noticieros, que se han farandulizado últimamente.
Antes había peleas de pesos pesados: Moria, Carmen, Susana. Ahora, los contrincantes son ignotos: Vagoneta, Torry, el Mago Black. ¿Quién los juna?
No lo justifico a Enredado, pero hay papelones internacionales que superan el suyo. El ministro alemán de Defensa tuvo que renunciar porque saltó que plagió a lo loco en su tesis doctoral. Y un hijo de Kadafi se mandó el mismo moco.
Ojo con el líder libio. “Quien no me quiere, no merece vivir”, sentenció.
Chávez se salva entonces, porque lo apoya públicamente a Muammar.
Aunque se vaya, está hecho. Tiene apenas 32 mil millones de verdes guardados.
Che, hablando de verdes, ¿ya se anotaron en la Muni para hospedar turistas?
¿Estás loca, Esther? ¿Cómo vas a meter gente extraña en tu casa?
Mis hijos también meten gente extraña, y no les cobro. Es un rebusque, Negra.
Pensándolo así… Además, el público de “U2” no debe ser muy ricotero, ¿no?
Yo ya amuché a los chicos en una pieza e improvisé un cuarto de huéspedes.
Sos pícara, eh! Mirá si te enganchás un candidato; un hacendado, ponéle.
¡Dios te oiga! Porque, de movida, los que garpan esas entradas, son pudientes.
Seré curiosa, Esther, ¿tu alojamiento incluye media pensión?
¡Ni loca! Unos mates y gracias. Amargos. Y el baño, a compartir.
¡Qué garrón! ¿Y si el chabón hace número 2? ¿O se mama y lanza?
Yo por unos pesitos, hago de tripas corazón, me calzo los Pirelli y limpio.
Ah, bueno. ¡La necesidad tiene cara de Esther!
Hay que ingeniárselas, chicas. Usar lo que se tiene a mano. Sacarle el jugo.
¿Mirá si tus huéspedes se agarran a las piñas, como las larvas de GH?
¿Te la creíste, giluna? Esa pelea estuvo guionada. Como el rating del bodrio-reality está cayendo en picada, seguro que les dijeron: “Hermanitos, simulen una riña sin llegar a las manos, para que no tengamos que expulsarlos”.
Los panelistas del Debate dicen que los chicos se pelean por falta de sexo.
Si es por eso, nosotras tendríamos que agarrarnos de las mechas a diario.
¿Saben cuál es la única víctima de ese programa perverso? Kimba, la perrita.
Tenés razón, Pupi. La pobre no eligió estar ahí. APA debería denunciarlos.
Brindo por los cuadrúpedos, que dejan a los bípedos mal parados. ¡Chin, chin!