por Irene Bianchi
- ¡Rosarito y Bea! ¿Qué bueno verlas! Creí que hoy no venían al After.
- ¡Cómo no íbamos a venir! Con resaca y todo, asistencia perfecta.
- No, yo decía porque leí en el diario que hubo gran revuelo y movilización en Gonnet, por dos yeguas perdidas. Y como ustedes son de ahí…
- ¡Sos, eh! A vos ni la Navidad te abuena.
- Es justo al revés. Fijáte un poco cómo se pone la gente para las fiestas: impacientes, nerviosos, apurados, patoteros, groseros, malhablados. La calle me hace acordar a la pista de autitos chocadores del Italpark: un caos.
- ¡Qué antigüedad! ¿Cuánto hace que se cerró el Italpark? Te tengo dicho que no hagas referencias históricas que deschavan tu edad, Roxana. Sos un quemo.
- Hablando de quemo, ojo con el sol que está fatal. Esta ola de calor nos va a achicharrar. Yo tengo la presión por el décimo subsuelo.
- ¿Y qué preferís? ¿La ola polar de Europa? Estamos en verano, che. No chilles.
- Cierto. No hay estación que nos venga bien. Gatafloras de pura cepa.
- ¡Ay, chicas! ¡No saben el moco que me mandé en Nochebuena!
- ¡Qué pasó, Gladys? ¿Te olvidaste de invitar a tus suegros y a tus cuñaditas?
- No, peor. ¿Vieron que el Colita se altera mucho con los cuetes? Bueno, le pedí al veterinario una gotitas para doparlo un poquito. Y en el apuro, me equivoqué de frasquito, y en lugar de esencia de vainilla, se las metí al tiramisú. Los planché a todos. Menos al Colita, claro, que aulló sin parar toda la noche.
- ¡Qué bestia! Los podrías haber matado. ¿Y qué hiciste?
- Y, ¿qué iba a hacer? Los arropé un poco, y me puse a abrir los regalos.
- ¡No te lo puedo creer! ¡Tenés sangre de horchata!
- No sólo eso. Les confieso que aproveché para elegir los mejores y cambié las tarjetitas. Total, tenía tiempo para envolverlos otra vez.
- ¡Sos de lo peor! Encima sacando tajada de la desgracia ajena.
- Desgracia, no. Se despertaron todos de buen humor. Cada uno pensó que era el único que se había torrado por exceso de chupi. Así que nadie dijo nada.
- Otro que se apoliyó en público, delante de todas las cámaras, fue Berlusconi.
- Y, mucha noche. El cuerpo le pasó factura. Con sus ragazzas no hace papelones. Se los reserva para los medios internacionales. Silvio, el imbatible.
- Imbatible resultó la Mole Moly, ¿vieron? Ganó por goleada.
- Es que es el turno de los anti-héroes. Boxeador, ex alcohólico, ex golpeador…
- Agregále patasucia, porque confesó que le tiene alergia a la ducha.
- A mí me cae simpático. Por lo menos, es auténtico. No se calla nada.
- Sí, pero como bailarín, no es Baryshnikov, ¿no?
- ¿Y desde cuándo ese programa premia el talento? No le pidas peras al olmo.
- Hablando de telebasura, ¿pueden creer que el “hermanito” encargado de la compra semanal de comida, pidió 15 kilos de lechuga?
- Ese no llega al 2011. Lo van a linchar al chaboncito. ¡Qué poco seso!
- Poco seso, pero –por cómo pinta –mucho sexo. Ya se miran todos con cariño.
- Lo que no entiendo es cómo pueden hacer sus necesidades, sabiendo que hay una cámara apuntando al inodoro. ¿No se les inhibirá el quetejedi?
- Y encima, con tanta lechuga y un solo baño, deben hacer cola para entrar.
- Basta, chicas! Un brindis por el 2011: todo lo mejor, y mucho más. ¡Chin, chin!