¿Se dan cuenta, chicas, que ser cornuda tiene su lado bueno?
Me extraña, araña. ¿Justo vos decís eso, que te separaste cuando descubriste que tu marido siesteaba con tu vecina del PH al fondo?
En mi caso, el lado bueno es que me saqué a ese pelmazo de encima. Pero me refería al jugo que le está sacando Wandita al culebrón Mauro-China. ¡Qué jugadora!
¿Lo decís por las lucas verdes que cobró por la entrevista lavadita con la Su?
No sólo eso. Ahora la contrata Netflix. No para de facturar. Y todo gracias a la depredadora serial, ex de Bisbal, Cabré, Vicuña y tantos otros.
Hay un tonito de amarilla envidia en tu voz, Leti. ¿Quién pudiera voltearse esos muñecos, no?
¡No seamos machirulas! Que un tipo tenga una vida sexual activa y variada, le sube el precio de mercado. Pero si se trata de una mina, ya la tildamos de trola, bombacha veloz, promiscua. Ni hablar si además es “madre argentina”. Ahí directamente se la defenestra y se la manda al patíbulo.
Las mujeres que la critican le envidian la belleza, la juventud, el arrastre y los permisos que se da. No se queda con las ganas de nada. Me saco el sombrero.
A nosotras se nos pasó el cuarto de hora, Gina. Pero en nuestros años mozos, no dejamos títere con cabeza. Tampoco nos hagamos las monjitas de clausura, porque tenemos unos cuantos indios muertos en nuestro haber. ¿o no?
No me acuerdo, te juro.
Hablando de jurar, ¿escucharon a los flamantes diputados y diputadas prestando juramento?
Lo de siempre, ¿no? Por Dios, por la Patria, por los Santos Evangelios …
¡Ni ahí! Se salieron del libreto. Cero protocolo. Algunos juraron por “les trabajadores”, “les jubilades”, por Perón, por Evita, por la Santa Federación, por la hierba…
¡Pará, pará, pará!, diría Fantino. ¿Por la yerba mate juraron?
¡No! Por la otra. La que da risa y hambre. La que probamos y compartimos alguna vez a escondidas, allá lejos y hace tiempo, ¿te acordás?
¿Cómo olvidarlo? Y pensar que el piberío de hoy cree que inventó la pólvora…
Otra cosa. No crean que fueron al Congreso de saco y corbata. La mayoría onda “negligé”, informal, de remera, jeans y zapatillas. Como si fueran a la cancha o a un recital.
Y bueno. No siempre el hábito hace al monje. El lukete formal no garantiza nada. La mona, aunque se vista de seda, mona queda.
Vos que lees todo, Chela, ¿es cierto que los radicales se agarraron de las mechas?
¡Uy, sí! ¡Muy inoportuno! Problemas de cartel. Riñas de vedetongas. Guerra de egos.
Más de un radicheta debería bajarse del pony. Algún recién llegado a la arena política, ya se ve como Presidente 2023.
“No se carguen de achuras sin tener la red segura”, decía un paisano amigo.
Supongo que ya habrán armado el arbolito, ¿no?
El mío cada año más minimalista. Casi sugerido. Despojado. Net.
Hace juego con los bolsillos, Gina. ¿Turrones ya compraron?
Sí, pero de los blandos, a prueba de implantes y prótesis.
¿Por qué brindamos hoy, chiquis?
Por los nuevos diputados. Para que no terminen siendo dipu-teados por ineptos y calienta sillas.
Y por los nuevos senadores, para que no terminen siendo Cenadores. ¡Chin, chin!