- Chicas, ¿vieron qué curiosidad histórica? España se quedó sin Corona y sin Copa el mismo día. ¡Qué casualidad, ¿no?!
- Igual ya tiene heredero, Moni. Su hijo, Felipe VI, se sentó en el trono. A Rey muerto, Rey puesto, decía mi abuela.
- ¿Eso es como “un clavo saca otro clavo”, Normi?
- Últimamente, hay varios monarcas locales destronados. A Venturita, el Rey del Chisme, le dieron el raje de Intrusos.
- Eso le pasa por bocón. Se creía impune, Luisito.
- Al Cuervo Tinelli, Rey de la Cajaboba, los números no lo acompañan.
- ¡Qué tipo cínico, ¿no?! Arma el gran Circo Romano, tira a los bailarines a las fieras, y acto seguido se hace el compungido, que no quiere más escándalos, que patatín, que patatero. Menos creíble que el Jefe de Gabinete.
- Al pibe Kici también se le cayó la coronita de cotillón. Los fondos buitres nos pisan los talones. Y sigue la cosecha de la “década ganada”. Dále que va.
- ¡Qué lío! ¿Entraremos en “default”?
- Yo entré hace rato. Estoy cómodamente instalada en mi insolvencia. Le debo a cada Santo una vela.
- Yo pregunto: ¿y si los que se quedaron con varios vueltos de unos cuantos millones verdes, los devuelven? ¿No alcanzarán para saldar la deuda externa?
- El problema, Lili, es la deuda interna. Cancelás una y se te dispara la otra.
- Lo que propongo es que los que se enriquecieron de modo “non-sancto”, de la noche a la mañana, devuelvan la guita que se chafaron, ¿me entendés?
- Y sí, pero hay que probarlo. Y por estas latitudes la Justicia es paquidérmica, más lenta que la Tortuga Manuelita.
- ¡Ojo que unos cuantos ya están a la sombra, eh! Rodetito Fariña, el novio de la Farro … Más vale que los otros imputados vayan poniendo sus barbas en remojo, porque me parece que se les viene la noche.
- ¡Dios te oiga! Necesitamos urgente una era de “mani pulite” en este íspa. ¡Basta de barrer la basura debajo de la alfombra! ¡Claridad! ¡Transparencia! ¡Honestidad! ¡Abajo la corrupción!
- ¡Pará la máquina! ¿Qué te agarró? ¿Te estás candidateando para el 2015?
- ¡Ni loca! Argentina es ingobernable. Cada cual tira para su lado y cuida su quintita. Nos agarra el nacionalismo sólo en cada Mundial de Fútbol.
- En eso tenés razón, ¿ves? Ya ni colgamos la bandera en las fechas patrias, pero ahora sí, está todo teñido de celeste y blanco.
- Si tuviéramos el mismo espíritu de cuerpo entre Mundial y Mundial, si conserváramos una pizca de este patriotismo exacerbado, nos iríamos p’arriba como flatulencia de buzo. Te lo firmo ya.
- Suerte que esta vez coincidió con el Día de la Bandera. Belgrano se habrá puesto contento allá arriba.
- Pensar que murió pobre como una laucha. Ni un mango tenía para darle al médico que lo atendía. Le pagó con un reloj de bolsillo, con cadena de oro y esmalte, que le había regalado el Rey Jorge III de Inglaterra, ¿pueden creer?
- Como tantos otros patriotas, Vilma. En cambio, los políticos contemporáneos, mueren ricos, ¿viste?
- Sí, pero mueren igual. A la Parca no le interesa su estado patrimonial ni su cuenta bancaria. Nos iguala a todos. Es lo más democrático que existe.
- Chicas, tóquense la izquierda. ¡No la invoquen! ¡Por la vida! ¡Chin, chin!