La entrevista de las dos morochas arrepentidas. Un plomazo.
¿La Su y Wanda? ¿Cómo? ¿Ya pasó? ¡Me la perdí!
Nada te perdiste. Deslucida, previsible, guionada, tediosa, chiclosa.. Nada que ver con los bombos y platillos con los que la anunciaron.
Carla tiene razón, Ceci. Yo también me clavé. Hasta pochoclo me preparé para verla. Esperaba datos escabrosos, lágrimas, detalles íntimos, gemidos, alaridos, maquillaje corrido, sollozos, gritos, insultos. Y resultó más aburrida que chupar un clavo oxidado.
Lo único que rescato es la vista de la Torre Eiffel. O sea, el decorado.
¿Estaban lindas, por lo menos?
La Su tenía el pelo pajoso, como escoba vieja. Y todo el tiempo se disculpaba por preguntar sobre los cuernos, cando ése era el único y exclusivo motivo de la entrevista, por la que la Nara cobró la friolera de 50.000 Washingtons.
No da puntada sin hilo Wandita. Y lo perdonó a Maurito para no perderse la gallina de los huevos de oro.
No sé, Inesita, porque ya desplumó a esa gallina antes del amague del divorcio.
¿Y el sujeto apareció?
¡Sí! Hecho un pollito mojado, un perrito faldero, un chichipío, un badulaque entregando la escupidera. Patético. Cero dignidad el chabón. Hasta me dio penita el tramposo.
Ojo que ahora se viene la otra versión del encuentro furtivo en París. La China le dio una nota a Fantino, que sale mañana
¿Y será tan sosa, insípida e inodora como ésta, o bien picante?
Ella es escondedora. ¿Se acuerdan cómo negó la revolcada con el chileno en el motor home, con palta y mantita de Nepal? A los cinco minutos se casaron. Dos hijos tuvieron.
Ojalá Fantino pregunte mejor que la Giménez, bien al hueso, sin falso pudor.
¿Habrá cobrado lo mismo la China?
Y … no se va a bajar el precio. Ponéle la firma.
La Su se despidió diciendo: “Hasta acá llegamos con la nota del año”, mientras curioseaba los regalos de la anfitriona de su nueva línea de maquillaje “Love”.
La estafa del año, debió decir. Gato por liebre nos vendieron. Una truchada.
Ustedes dirán que soy desconfiada, pero para mí que estos tres se juntaron a pergeñar esta patraña, esta puesta en escena para la gilada, y facturar de lo lindo.
Igual que los políticos, que simulan peleas y enfrentamientos, se confabulan a nuestras espaldas, y terminan empomándonos a todos.
¡Esa boquita, Carlita! ¡Y eso que fuiste a escuela de monjas vos!
No las quiero amargar, pero ¿se dan cuenta que en menos de un mes ya es Navidad?
Este año se voló, literalmente. El 2020 fue eterno, en cambio. ¡Qué relativo es el tiempo, que lo parió!
El peceto está casi a una luca el kilo, así que olvídense del tradicional vitel tone este año.
¿Y el pan dulce? ¿Y los turrones? ¿Y los frutos secos?
Lujo asiático. ¡Basta de menú navideño invernal europeo! Hagamos uno veraniego, bien argento, light y baratito. Emancipémonos del Primer Mundo.
Ya lo estamos, Ceci. Nos caímos del mapa hace rato. Cada día más lejos …
¿Se acuerdan que antes la Sidra era mersa? Bueno, ahora es “cool” y más barata que el champagne. En algo salimos ganando. ¿Por qué brindamos hoy?
Por las rubias oxigenadas, botoxeadas y cornudas, que se siguen enriqueciendo a costa de nuestra estupidez. ¡Chin, chin!