¿Vieron? ¿Qué les dije? ¡Otro garrón que se come la pobre Carmen!
“¿De qué hablas, Willis?” No todas consumimos chimentos. Explicáte, querés.
Que ahora dicen las malas lenguas que el Chacarero es Chacarera.
Más bien parece un “gato con relaciones”.
La culpa es de ella, que no chequeó el apellido.
¿Y qué tiene que ver el culo con las pestañas?
¿Cómo? ¿No saben que se llama Carestía? Alguien carenciado de afecto como ella, no puede engancharse con un tipo con ese apellido. Más de lo mismo.
Ustedes se comen cada bolazo. ¿No se dan cuenta que es un reality show?
¿Vos decís? Yo los veía tan acaramelados, que me la creí.
¿A que el Chato y Hope ya lo convencieron para que se calce la bombacha bataraza de lycra y las badanas con lentejuelas para el próximo Bailando?
No tanta risa, que gracias al Chacarero/a ahora todos sabemos dónde queda San José de la Esquina.
Todavía famoso del todo no es, porque no se levanta de los móviles.
¡Qué costumbre, no? Eso de dejar plantados a los programas en vivo.
Lo bueno sería que aprovecharan el envión, se tomaran el piróscafo, y dejaran plantado al mundo del espectáculo “for ever”. Una especie de auto-exilio.
Olvidáte. Han venido para quedarse. Y la “Casa de Gran Bodriano” los sigue fabricando en serie. Hay mediáticos para rato.
¿Vieron qué papelón se mandó la “hermanita” Victoria, que mandaron de intercambio a Israel? Cantó mal el Himno Nacional. Se salteó una estrofa.
Qué buena embajadora. Igual, con las gomas que tiene esa chiquilina, dudo que los demás le estuvieran prestando atención a la letra.
Con GH en verano y Tinelli en invierno, está asegurada la intoxicación anual.
Y no contento con el Bailando y el Cantando, ahora se larga un reality para actores: “Soñando por actuar”.
Es la contrafigura del Rey Midas, que todo lo que tocaba, lo convertía en oro.
Lástima que en este caso, lo convierta en excremento. Detritus no degradable.
De alguna manera, aunque no se lo proponga, el chabón es funcional al Gobierno, porque cuando empiezan los “realities”, la realidad pasa a un segundo plano. Nos embotamos y nos olvidamos de las tragedias cotidianas.
El tipo hace la suya, y la hace bien. Los tarados somos quienes lo consumimos.
Tenés razón. Lo criticamos pero lo vemos. Típico síndrome gatofloril.
Entonces cambiemos de tema. ¿Sabían que marzo es un mes ideal para relanzar la sexualidad? Los expertos sugieren decirle adiós al “piloto automático”.
A mí el piloto automático se me quemó hace tiempo. Y los fósforos están húmedos. ¿Podrías ser un poquito más clara, Rosa?
Dicen que hay que resucitar el romance, renovar el menú de juegos.
¿El solitario califica?
¡Juegos eróticos, nena! Disfrazarse, masajearse, ir al telo más seguido.
A mí no me agarran más. La última vez, me hicieron pagar la cuenta.
¡Qué rata de albañal! ¿Ven? Ahí también la culpa es nuestra, por hacernos las autosuficientes. ¿Dónde se ha visto?
Para colmo fueron dos turnos largos. Me salió un platal.
¡Ah, bueno! Pero al menos lo disfrutaste. ¿Quién te quita lo bailado?
Ojalá. El tipo se quedó dormido al toque. Miré tele. A Tinelli. ¡Chin, chin!