Chicas, ¿quién me acompaña a verlo a Arjona? Tengo un par de entradas.
Conmigo no cuentes, Cata. Ni loca voy a escuchar a alguien que le canta a tu “grasa abdominal, que los aeróbicos no saben quitar”. Más grasa será él. Que le cante a “los hilos de plata” de su abuela, ese desubicado.
Pero no me vas a negar que es un seductor; un papirri. No tomes sus letras tan a pecho. Son metáforas, Sara.
¿Metáforas? Mirá, Cata, para entender bien lo que es una metáfora, te recomiendo una película: “Il Postino”. Ahí Neruda le explica su significado a un joven cartero, con sed de poesía.
Sara tiene razón. Con ese criterio, sos capaz de decir que los exabruptos de Maradona en la conferencia de prensa del jueves, también fueron metáforas.
¡Se le salió la cadena al Diego! Se ve que venía muy cargado.
Pero eso no lo justifica, Beba. Imagináte lo que dirán afuera.
Lo que pasa que esos mismos insultos dichos en otro idioma, suenan pintorescos. En el “Corriere Della Sera”, por ejemplo, salió: “Dopo la vittoria di oggi, potete anche continuare a succhiarlo”. “Chuparlo” suena más guaso.
Pero se perdió la oportunidad de sobrar con altura a los periodistas que-según él- lo hostigaron. Basurear a los que te basurearon, no tiene nivel. Derrapó mal.
En cambio, la Brujita sí tuvo nivel: “Todos debemos reflexionar, del presidente de la AFA hasta el último jugador”. Eso se llama autocrítica.
No es por defender lo indefendible, Chuchi, pero hace rato que los buenos modales en estos pagos, brillan por su ausencia. ¿O acaso no viste que ya casi nadie pide “por favor” ni dice “gracias”. Y no hablo sólo de los chicos, eh.
No sólo eso. Te llegás a demorar un microsegundo en arrancar cuando cambió el semáforo, y el de atrás te recita un rosario de groserías irreproducibles. Y por ahí el tipo es abogado, médico o profesor. Ningún pelandrún.
A vos te pasa a menudo, Pupi, porque aprovechás la luz roja para retocarte el maquillaje en el espejito retrovisor, lo cual te lleva más que un microsegundo.
Una duda: ¿qué quiso significar Maradona cuando le dijo a un cronista “la tenés adentro”?
Se ve que eso no te pasa a menudo, Pupi. Por eso no te suena, amiga.
La Alfano está igual que el Diego, ¿vieron? Al borde de un ataque de nervios. No lo deja en paz a su ex. A mí me dan ganas de adoptarlo al pobre Alé.
¿Adoptarlo como sex toy, Maru? ¡Picarona!
¡Ni loca! ¿Para que Matías le cante a mi grasa abdominal, como el guatemalteco?
Alé ladra, no canta. Con el perdón de mi perro, que es más afinado.
Che, ¿hoy no es el Día de la Lealtad?
Otra palabra que pasó de moda. ¿Saben qué quiere decir? Cumplimiento de lo que exigen las leyes de fidelidad y las del honor. Nada de eso existe ya.
Lo malo no es que las palabras pasen de moda, sino que los valores a que se refieren esas palabras, caigan en desuso.
¿La Bolsa de valores? No, ésa sobrevive a todo.
Propongo un brindis por el “Hombre de la Bolsa” de mi infancia, que era menos impresentable que nuestro Gran DT. ¡Chin chin!