¡Presente! Indignadísima, chicas. ¡Estoy que trino!
¿Por? ¿De qué te quejás ahora, si se puede saber?
De un acto de discriminación. ¿Hoy atiende el INADI?
Es domingo. No sé. ¿Por qué? ¿Qué te hicieron?
Que NOS hicieron, querrás decir.
¿A quiénes, Zulma? Explicáte, amiga.
A las mayores de 60. No nos dejan ir a la Salada.
Y vos ¿desde cuándo vas a la Salada, nena?
Nunca fui, pero no me gusta que me lo prohíban.
Me parece que no está prohibido. Sólo desaconsejado.
Se’igual, diría Minguito. Nos cortan las piernas.
No quiero deprimirte, pero creo que tampoco nos van a dejar irnos de vacaciones en enero o febrero a las veteranas.
Yo igual no tengo un sope partido al medio, así que … Ni fu ni fa.
¡No exageren, chicas! Sólo nos “sugieren” que vayamos en marzo o abril.
¿Marzo?! ¡Mes de jubilados! ¡Qué horror!
¿Y nosotras qué somos?
Pero me suena a “Pami Tour”. Un bajón. No tiene glamour.
“Pami Tour no tiene glamour”. Te salió en verso, Rita. Estás hecha una poetisa. Alfonsina Storni, un poroto al lado tuyo.
Una cosa es estar jubilada, chicas, y otra muy distinta sentirse jubilada. A no confundirse.
Mirá, Moni, con la miseria que cobramos de jubilación, sí o sí tenemos que seguir haciendo alguna changa para llegar a fin de mes.
¿Ves? Sin querer, nos hacen un favor al pagarnos menos de 100 dólares por mes, después de haber aportado durante más de 40 años.
Argentina, país generoso. Nos quejamos de llenas nomás.
La otra noche soñé que volvíamos a la época del “1 a 1”. ¿Se acuerdan?
¿Cómo olvidarlo? Viajamos a Europa como bacanas. Nos compramos de todo. Eran los tiempos del “Déme dos”.
El famoso “peso convertible”. Un disparate, chicas.
Sí, claro. Un disparate que desembocó en la crisis del 2001. Pero bien que lo aprovechamos. Por única vez en la vida nos sentimos potentadas y ricachonas.
¿Ese fue Cavallo, no? ¡Mamma mia! Nunca la pegamos con los ministros de Economía.
El de ahora dijo que el acuerdo con el FMI “tranquiliza la macroeconomía”-
¿Y la micro? Digo, la chiquita, la doméstica, la de entrecasa
Para ésa, la receta magistral es “ajo y agua”. Quévachaché. Es lo que hay.
Más bien, lo que NO hay.
Dijiste receta y me acordé del “MasterChef Celebrity”. Cada día más bajas, ¿vieron?
Es lo más anti-higiénico que vi. Cocinan sin barbijo, con el pelo suelto, y lloran y moquean sobre los platos. No me extraña que se apesten.
El cabezón de Bolívar sigue sin volver a la tele. Se postergó otra vez el ciclo de humor.
Lo lamento por los humoristas. Por él, no. Berretizó la tele como nadie. Igualó para abajo.
Va a competir en la misma franja horaria con el de cocina. No le va a resultar fácil ganarle.
¡Chicas! ¡Se nos fue octubre! ¡Parece joda! Un año tirado al tacho.
Pero aquí estamos. Resistiendo. Vivitas y coleando.
Yo coleando, no mucho. Se me descoloca la cadera. Pero sí haciendo fuerza para que aparezca la vacuna cuanto antes.
No hagas mucha fuerza, Rita. A ver si te desgraciás. Las quiero, brujitas. ¡Chin, chin!