A lo peligroso, nocivo y tóxico del pernicioso “chat de mamis”.
Nosotras ya estaríamos para el “chat de abues”. ¿Por qué lo decís?
¿Cómo? ¿No te enteraste del “GagoGate”?
Ni idea.
¿Lo ubicás a Fernando Gago, el futbolista? El que se casó con la tenista Gisela Dulko.
Me suena. ¿Qué le pasó?
Metió la pata. Bah, en realidad metió a la mejor amiga de su jermu en su cama, y la oficial les dio la cana “in fraganti.”
¿Cómo? ¿In fraganti, in fraganti? Quiero decir, ¿en pleno acto, con las manos en la masa?
No sé muy bien dónde tenían las manos, pero sí. “Break point”, hizo la Dulko.
¿Y qué tiene que ver eso con el chat de mamis?
Que los hijos de ambas van a la misma escuela, y parece que la tercera en discordia usaba esa vía de comunicación para chafarse los dorimas de las otras “mamis”.
¡Qué turra! Y el tipo, ¡qué nabo! ¿No podía pagar un telo?
En una de ésas, quería que lo pescaran. Lo cierto es que la mina se largó a mudar.
¿Cuál? ¿La amante?
No. La esposa. En lugar de sacarla a escobazos a la intrusa, agarró sus petates, pegó un portazo, y se instaló en otra casa.
Más que a escobazos, a raquetazos la podría haber echado, ¿no?
¡Eso no se hace entre amigas! ¡Feíto! ¡Alta traición!
Mirá, Rita, vos a mi finadito bien que lo relojeabas con ganas, ahora que me acuerdo.
¡Mabel! ¿Cómo se te ocurre? Además, yo lo miraba con ganas mucho antes de que vos te lo quedaras, en aquellos malones de nuestra adolescencia, el siglo pasado.
¡Asaltos memorables!
Memorables son los de ahora. Aquellos: “las chicas la comida, los chicos la gaseosa”. Hoy, a punta de pistola, “¡Dáme todo lo que tengas!” Altri tempi…
¡Esos lentos! ¡Esos temas para chapar a media luz o a oscuras! Los pibes de hoy en día no saben lo que se pierden.
¿Qué se pierden? Si van derechito a los bifes, sin preámbulos.
¿Qué querés que te diga? Yo reivindico a la franela y al precalentamiento. El romanticismo de antaño.
Para “antaño” estamos nosotras. ¡Que Dios nos ayude!
¿Vos también? Está muy exigido elquetejedi. Dejen de manguearlo.
¿A quién?
Al Supremo. ¿No lo escuchaste al Jefe pidiéndole a Tata Dios que le dé una manito?
¿Alberto?
¡No! El tucumano madrugador. El Jefe.
De Gabinete, querrás decir.
Bueno, ponéle. Parece que estamos en manos del Creador, según él, dependiendo de un milagrito. Lo bueno es que el mito urbano sostiene que Dios es argentino.
¿Y los ateos se joden entonces?
Mirá, Rita, todos son ateos hasta que tapan el baño con “number 2” en casa ajena. Nunca es tarde para invocarlo.
Ok. Ya que hoy es domingo, terminemos la birrita y vayamos a misa. Que no se diga que no le hacemos caso al doble de riesgo del Presi. ¡Chin, chin!