Me parece una idea genial esto de
encontrarnos vía skype, chicas. Estamos re modernas y super
tecnológicas. Raro, ¿no?
Yo me maquillé y me emperifollé
como cuando nos encontramos en el After. Antes muerta que sencilla.
¿No estoy divina, chicas?
¿Se habrán bañado en alcohol en
gel, no? Miren que flor de pote tengo.
¡Qué potentada, Negri! ¿Cómo
lo conseguiste?
Se dice el pecado pero no el
pecador …
¿No se lo habrás comprado al
chantapufi ése con lukete bailantero?
¿Al Pastor Giménez, decís? ¿Vos
creés que le daría una luca a ese charlatán?
Él se define como un sanador,
ungido por el mismísimo Tata Dios. Un enviado del Todopoderoso.
¡Claro! Y yo me defino como Lady
Gaga. Un impostor el pastorcito. No le den bola.
¡Pobrecitas las ovejas de su
rebaño! Embaucadas por semejante yosapa.
Pero quedó al descubierto. Se
auto escrachó solito el seudo líder espiritual.
No sólo alcohol les traje.
También “toilet paper”. Lo digo así porque es más fino.
¿Me pueden explicar por qué la
gente acopia papel higiénico? Acá corremos con ventaja si nos
comparamos con Europa y Estados Unidos. Contamos con el bendito
bidet.
Ojalá me agarre cagazo, chicas.
¡Soy tan seca de vientre! A ver si saco alguna ventaja de esta
pesadilla.
Hablando de ventajas, podríamos
pedir préstamos para calafatearnos todas. Botoxearnos,
lipoaspirarnos, lolearnos. Cosa que estemos divinas si nos toca
“partir”, víctimas del bicho maldito. Y que la guita la
devuelva Magoya.
¡No seas ventajita, Pirucha! No
está bien aprovecharse.
Piru, vos estás como los que se
rajaron de viaje este finde largo, confundiendo la cuarentena con
vacaciones. Muy “argento” lo tuyo.
¿Saben una cosa? Ayer tuve una
sesión “on-line” con mi psicóloga. Parecida a este encuentro
virtual.
¡No es lo mismo! A mí también
me lo propuso mi terapeuta, para que no fuera a su consultorio.
¿Y?
Y la suspendí. No me gusta
hablarle a una pantalla. Además, no me viene mal ahorrarme unos
pesitos. Con ustedes es distinto, Y gratis, además.
Tendremos que acostumbrarnos al
distanciamiento social. No nos olvidemos que estamos en “zona de
riesgo” por nuestra edad.
¡Cómo me jode que me lo
recuerden a cada rato! El dedo en la llaga.
Y, sí. La nuestra es “sesentena”
más que cuarentena.
También pasan cosas buenas.
Parece que el “Bailando 2020” no arranca.
Se viene la tele enlatada. Las
Divas están acuarteladas.
Obvio. La Reina Madre está
complicada. Confesó que no sabe hacerse ni una casa de té.
¿Y le tendrá que dar franco a
sus cuidadoras?
Eso, o que se queden
encuarentenadas con ella. Cama adentro.
Ya suspendió sus legendarios
almuerzos y cenas, pobre.
Y parece que otra vez la reemplaza
su bella e insulsa nieta. Un embole la chica “cool”.
El que se fue al pasto fue Aníbal
Pachano. Se hace el rebelde sin causa. “No voy a vivir entre
cuatro paredes porque se le ocurra al Presidente de la Nación”.
Piró Galerita.
Un irresponsable. Padece de
incontinencia verbal, como tantos otros comunicadores.