Se me hizo tarde, chiquis. No conseguía taxi por ningún lado.
¿Cómo se te ocurre tomar taxi, Nilda? Con lo bocona que sos. Mirá si el tachero te graba, como a la pobre Carmencita.
No seas papanata, Mirtha. Eso estuvo todo armado pa’la gilada.
¿En serio? No sé. Mirá que a veces a una se le da por contarle cosas personales al taxista. Matás 2 pájaros de un tiro: viaje y terapia al paso. Ahorrás guita.
Yo me saco el sombrero. La Barbieri es una capa.
¿Capocómica, querés decir?
No, capa para sacarle partido a sus quilombos. Factura por todos lados.
Es cierto. En el monólogo de su espectáculo lo deschava al ex como impotente.
Pobre Santiago. Parece que se quedó sin el pan y sin la torta.
Menos mal que no dijiste sin la vaca lechera, porque sonaría discriminatorio.
Y si lo del tachero es camelo, quizás lo de los cuernos es otro bolazo también.
La vida es un bolazo. Te cae una cagada de paloma en el coco y todos piensan que es un meteorito o un cacho de chatarra espacial. Estamos del tomate.
Ojalá llovieran tomates. El precio se fue a las nubes. Un lujo asíatico.
Volviendo a las delicias de la vida conyugal, ¿vieron que en Méjico proponen la opción del matrimonio renovable cada 2 años?
¿Cómo un contrato de alquiler? No está nada mal.
Sí, pero ¿qué pasa con el depósito? ¿Y la garantía?
Pelito al cielo. Ajo y agua. Alpiste, perdiste.
Está bueno. Porque eso de “hasta que la muerte nos separe” suena tétrico.
Pero se les acaba el curro del divorcio a los leguleyos, pobrecitos.
Si seguimos así, las parejas van a tener cada vez menos hijos.
Ese ya es un hecho, Zule. En algunos países europeos la tasa de natalidad es negativa. Cada vez más gente longeva y menos descendencia.
¿Qué opinan de la mina divorciada que decidió implantarse los embriones congelados de su ex, y la Justicia la autorizó?
Un disparate, porque el tipo no estaba de acuerdo. Es casi una violación.
No hay que andar congelando semillitas por ahí. Después brotan y te reclaman.
¿Y Lulipop, que quiere inseminarse artificialmente para ser mamá?
Lo que pasa es que como esa chica es toda plástica, debe estar impermeabilizada por dentro, así que nada le llega por vía natural.
¡Cuántas caras de teflón en el ambiente! No se les mueve ni un musculito.
A los candidatos, menos. La ciudad parece un album de figuritas gigantes, ¿vieron? Todos con esas sonrisas blanqueadas, intentando seducir al indeciso.
Es contaminación visual. ¿No hay leyes que la prohíben?
Sí, pero no en plena campaña electoral, viva. Siempre habrá hijos y entenados.
¿Qué les pareció la vuelta de “La Biblia y el Calefón”?
Habrá que darle tiempo, pero Wainraich no le llega ni a los talones a Guinzburg. El petiso tenía un ingenio, una rapidez y una picardía impardables.
Es de los tipos que rompieron el molde. Como Olmedo, Niní Marshall, Tato.
Me pregunto qué se les dio por repetir ese formato, sabiendo que las comparaciones iban a ser odiosas e inevitables. De kamikazes nomás.
En este país discepoliano, todo vale. Por Cambalache. ¡Chin, chin!