- Che, Lili, vos que sos abogada, ¿me darías una mano gratarola? Quiero demandar a Google. ¿Te prendés?
- ¿Qué bicho te picó, Esther? ¿Qué te hizo Google para que le hagas juicio?
- ¿Cómo qué me hizo? Me escracharon saliendo de casa, con la bolsa de la basura, en batón, chancletas y ruleros, sin una gota de maquillaje. ¿Pueden creer que justo me enganchó la camionetita ésa? ¡Y no me brulearon la cara!
- Pero ¿quién se va a dar cuenta que sos vos, Esthercita?
- ¡Todos! Si se ve el frente de mi casa, la esquina, todo. Un bochorno.
- No manejo el tema del derecho de imagen, amiga. Sorry! Llamálo a Burlando o a la Dra Rosenfeld. Eso sí, ellos facturan saladito.
- Se pasaron de la raya los del Google. En cualquier momento te ponen una camarita en el inodoro. No hay privacidad que valga.
- Siempre hemos sido espiados, chicas. El nuevo DNI, sin ir más lejos, ¿no va a tener un chip encriptado, con todo tu historial? No zafa nadie.
- Ahora, yo digo, en esta era de información, ¿cómo puede ser que el Vicepresidente lo dé por muerto al pobre De Vicenzo? ¡Qué papelonazo!
- Lo peor, Zulma, es que no se corrigió, a pesar de que los obsecuentes de turno que lo rodeaban, le advirtieron que el golfista estaba vivito y coleando.
- Lógico. Si ésa es precisamente la marca en el orillo de este gobierno. Jamás reconocer un error. Jamás escuchar al otro. Jamás corregir el rumbo.
- ¿Estás segura que era Boudou? ¿No habrá sido el Payaso Asustador?
- No. Ese todavía no llegó a La Plata. Anda por Alberti, Junín …
- No estaría tan segura, Nelly. Acá sobran los payasos asustadores. Cada día aparece uno nuevo. Y de aquí al 2015, ni les cuento. Un circo entero.
- Otro que metió la pata hasta el tuétano fue Robertito Funes Ugarte, el notero paquete, doble apellido de C5N.
- El pez por la boca muere. No podés decir ciertas cosas pensando que la cámara está apagada. Es jugar con fuego. Le habrán pasado una factura los técnicos, que se ve que mucho no lo quieren. Alta traición.
- Cayó en desgracia. Y eso que el pibe es el preferido de la Presi.
- Comparten la soberbia. Será por eso.
- Vos, que tanto la criticás …¿Y la oposición, qué? ¿Acaso hacen un buen papel? Mirá a los radicales, coqueteando con uno, con otro … Vergüenza, dan.
- Estamos desamparadas, chicas. ¿Y si armamos nuestro propio partido?
- Pero no tenemos plataforma.
- Yo sí. Me compré unas divinas, en liquidación. Una ganga.
- No seas cabeza de corcho, Meli. No tenemos programa, plan de gobierno, eso.
- ¿Y los demás sí? No me hagas reír, que me arrugo.
- Ansias de poder, tienen. Ganas de agarrar la sartén por el mango. Vocación de servicio y patriotismo: cero.
- Bueno, pero si todos pensamos así, nunca vamos a salir del pozo, Zulmita. Algo hay que proponer. Es fácil arreglar el país desde la mesa del After.
- Los políticos se pelean por el cartel, como los elencos de la temporada veraniega. La misma frivolidad. La misma guerra de egos. Son de cuarta.
- Pero esta clase política, chicas, no viene de otra galaxia. Nosotros mismos engendramos a estos Frankensteins impresentables. No nos quejemos.
Yo lo voto a Piñón Fijo. Al menos, conserva cierto misterio, ¿no? ¿Chin, chin!