Yo me conformo con que mis hijos me devuelvan los tapers que se han ido llevando sin prisa y sin pausa. Para colmo, como se los chafan rebalsando de morfi, apenas tapados con bolsitas, me quedan las tapas huérfanas, guachas, y no sé qué hacer con ellas.
A mí me pasa lo mismo con las medias. Tengo una bolsa de zoquetes solitarios, sin sus parejas, y me da no sé qué deshacerme de ellos. Cada día hay más.
Existe un triángulo de las Bermudas para los calcetines. Eso está chequeado. Pero en este caso, conozco el paradero de los recipientes afanados. No hay ningún misterio.
De casa se han llevado la vajilla de mis antepasados, muebles, ropa de cama, toallas, adornitos. Me desvalijaron cuando se fueron a vivir solos. Equiparon sus bulines con lo ajeno. Me hicieron minimalista a la fuerza. Onda “net” de prepo.
Cría cuervos y te sacarán los ojos, decía mi abuela. No era muy tierna que digamos.
Yo les prohibí terminantemente regalarme electrodomésticos o utensilios de cocina. Mucho menos, libros de recetas. Sólo cremas, perfumes, aromatizantes, pilchas, bijou. Cosas suntuarias y supérfluas. Estoy como la Su.
¿La Giménez? Levantó polvareda la blonda con sus dichos.
¿En la entrevista con Cala, decís? Yo la banco. La re-banco. Se hizo uruguaya, ¿no?
Sí, para no pagar los impuestazos argentinos.
¡Correcccctoooo! Esa mina laburó toda su vida, no afanó como tantos ricachones Nac & Pop. Tiene derecho a cuidar lo que ganó en buena ley.
También le dijo a Lacalle Pou que es un Presidente muy envidiado. Se jugó la Diva.
Y sí. Es un caballerito el charrúa. Fino, culto. Encima, guapo. Un Lord al lado de más de uno de los mersas locales.
Si estás tan disconforme con el íspa, ¿por qué no la imitás y cruzás el charco?
Porque no me da el cuero. Sólo por eso. Además, no estoy “disconforme con el íspa”, como vos decís, sino con la gente que lo maneja. O que lo choca, mejor dicho. Pero no pierdo la esperanza de que las cosas cambien …
Hablando de nuestros conductores, ¿ninguna va a festejar el Día de la Lealtad?
¿Lealtad? ¡No me hagas reír, Chela! ¡Me estás jodiendo! Si algo perdieron los peronistas es justamente eso, la lealtad. Se traicionan, se buchonean, se meten los cuernos, se engañan, se acuchillan por la espalda. Una bolsa de gatos rabiosos. De la “Deslealtad” podría ser.
Bolsa de gatos parecía el “Debate” del miércoles en TN. ¡Qué conventillo! Lucha en el barro. Ninguna propuesta, sólo agresiones, exabruptos, insultos, descalificaciones, pases de facturas. Una vergüenza nuestros candidatos. Y eso que deberían dar el ejemplo.
Es lo que hay. La nada misma.
Edith Hermida, la maldita de Bendita, le dio con un caño a la Su. La trató de bruta, ridícula y gagá. Se le fue al humo la morocha.
Otro dicho de mi Nonna: “Si la envidia fuera tiña, cuántos tiñosos habría.
Tan bruta no puede ser quien hizo semejante carrera y sigue siendo una primera figura, una mina que llena teatros y revienta el rating, ¿no? Además, creo que la Giménez inventó un personaje de ingenua, despistada, caída del catre, torpe. Pero no tiene un pelo albino de zonza. Ni uno. Más viva que el hambre.
La única Diva que nos queda, con la Chiqui operada y Moria muy de novia, retirada de las pistas. Tiene un metejón adolescente con el suegro de Massita.
No perdamos las esperanzas, chicas. En una de ésas, nos llega un Pato a nosotras también.
Recurro otra vez a mi abu: Salga pato o gallareta, “agarramo lukivenga”.
Cualquiera menos pato criollo: a cada paso una cagada. ¡Chin, chin!