¿Qué estás leyendo, Pilu? Raro vos con un libro. No te tenía.
Una novela erótica. No saben. ¡Requetehot! Me tiene atrapada.
¡Ah! ¡Por eso lo forraste en papel madera, pilluela! Te da vergüencita.
Es la segunda de una trilogía. Si quieren, después se las voy pasando.
¿Qué pasa que a todas las minas se les dio por los libros “quenchis” este verano?¿Están todas cachondas o qué?
¿Será que a falta de hombres, sublimamos con la literatura?
Yo de adolescente me traguétodas las de Corine Tellado. ¿Ustedes no?
Pero ésos eran romanticismo puro. Los de ahora son recontra explícitos.
Como todo. Ya no hay lugar para el misterio. Se corrieron todos los velos.
Hablando de falta de sutileza, ¿lo escucharon al chocolatero detallando los pormenores de su relación amorosa con el pendejito de turno? Quécosas sí, y cuáles todavía no. Tres de la tarde, con sus mellicitos correteando alrededor.
¿Creerá que esas declaraciones llevarán más público a su cena show?
Lo dudo. La temporada se estáyendo a pique como el Titanic. El presidente de Adet admitióque arrancaron un 50% por debajo del verano pasado. Dijo que no logran entender por qué.
Si quiere, yo le contesto cantando: “¿Dónde hay un mango, Viejo Gómez/ Los han limpiao con piedra pómez”. Elemental, Watson, digo, Rottemberg.
No sólo eso. La cantidad de casas y departamentos que no se alquilaron, no se puede creer. Se zarparon con los precios, y se quedaron bañados, sin visita.
Habráque bajar el copete. Como el intendente de Necochea, que inauguró con bombos y platillos nada menos que una Pelopincho. Ese es el nivel de la temporada 2012-2013. Eramos tan pobres, acotaría el genial Olmedo…
Hablando de pobres, ¿lo escucharon al Diego criticando a los que se oponen al Gobierno, y no saben hacer ni una sopa ni un guiso?
¿Sopa y Guiso son materias universitarias? ¿Aprobarlas será un requisito indispensable para aspirar a ocupar un cargo político? Me desayuno ahora.
No hay que darle entidad a sus dichos. Mientras jugóbien a la pelota, era entendible endiosarlo. El resto es para el olvido. Ya fue.
Otro que estápara el olvido es el viejo y glorioso cucurucho. Ha sido desplazado por el vulgar y utilitario ¼kilo. Habría que hacerle un desagravio.
No vas a comparar. El telgopor no se come ni te depara la sorpresa de ese restito de helado, esperando en la puntita.¡Cómo gusta, cómo incita!
¿Y qué me cuentan de los trenes chinos que se vienen?
Una duda me carcome: ¿tendrán ventanillas apaisadas, para ojos rasgados?
A vos te llega a agarrar el Inadi y te dan perpetua.
Che, cambiando de tema, ¿a ustedes les llegaron las facturas?
Ni me las nombres. Yo estoy a dieta. ¡Mi reino por una bola de fraile!
¡Las cuentas, Pochita Morfoni, las cuentas!¡Las boletas!
¡Ah! No. Ahora que decís, no.
Son de no creer: no te mandan la factura, no te avisan y te cortan el servicio.
Lógico. ¿O acaso no somos todos miembros de la OSA, como dice Hanglin? La Organización del Sufrimiento Argentino. Nos curten pa’sacarnos buenos.
Miremos lo positivo: el que no se fue de vacaciones, se broncea en las colas.
Brindo por todos nosotros, pobres Consumidores Consumidos. ¡Chin, chin!