Punto 5: si una de nosotras obtiene los favores de un caballero, el resto se abstendrá de intentar arrebatárselo.
¿Qué tipo de favores?
Lukivenga. La necesidad tiene cara de hereje. Punto 6: mantendré absoluta reserva sobre los secretos vertidos en este grupo.
¿Ni por plata?
Lealtad a ultranza. Tumba debemos ser.
¡Tocáte la izquierda, che! ¡Ni la nombres!
Punto 7: Prohibido recurrir al viejo truco: “Dejé la billetera en la otra cartera” a la hora de pagar los tragos, la picada o el remis.
Demasiado estricto, para mi gusto. Muy milico lo tuyo. Seamos solidarias. No todas tenemos la fortuna de cobrar pensión de algún difunto.
Punto 8: de ahora en más, nos autopercibiremos jóvenes, sexys, flacas y pudientes. Desterraremos la palabra “loser” de nuestro vocabulario y la reemplazaremos por “winner”.
¿Hay que tapar los espejos, o qué?
O qué. Punto 9: repudiamos públicamente a Arjona por sus ofensivas referencias a la “grasa abdominal” de las cuarentonas.
Antes de que termines, Perla. ¿Hay que estar de acuerdo con todos esos puntos, o se puede adherir sólo a algunos?
Esto es a todo o nada. No hay lugar para las tibias.
Yo más que tibia estoy calenchu con el guatemalteco. Tengo todos sus discos.
Punto 10: Prohibido “espoilear” las series que estamos mirando, adelantando capítulos o contando el final.
Perdón, pero yo no pienso firmar. Me conozco. No puedo con mi genio. No voy a cumplir.
No te preocupes. Los de “Juntos”, menos. ¡Chin, chin!