¡Ay, chicas! Estoy exhausta de tanta fiesta de egresados! ¡No me da el cuero!
¿Quién se te recibió, Ada? ¿Otro profesional en la familia? ¡Qué nivel!
¡Qué profesional ni profesional! Mi sobrinito nieto terminó la salita de 5.
¡Qué fantochada! ¿Y desde cuándo se festeja?
No sólo eso. Cuando terminan el jardín maternal también.
¡No me jodas! ¿Lo que antes se llamaba guardería?
Así es. Con diploma y medalla. Ni 3 años tienen los borreguitos.
¡Qué mamarracho! En nuestra época, o sea: la prehistoria, nos teníamos que conformar con el viaje a “Bariló”. Ni siquiera Carlos Paz al fin de la primaria.
Y bueno, son curritos de la sociedad de consumo, marketing. Les venden remeritas, bucitos, hacen una gran-ceremonia-gran, les encajan carísimas tarjetas a toda la parentela. Y todos pagamos sin chistar, para babearnos viendo a las criaturitas con mini togas y birretes, como egresaditos de Harvard.
¡Qué gilada! Capaz que los padres hasta lloran de emoción.
Hablando de chicos, leí algo preocupante. ¿Sabían que los pibes de la “era facebook” aprenden a manejar la compu antes que la bici? El estudio dice que les cuesta menos navegar por internet que atarse las zapatillas. El mundo virtual le gana por goleada al mundo físico.
¿Qué picardía! Adiós al fulbito en el potrero y a la rayuela en la vereda.
No más tinenti ni poliladron ni escondidas. ¿Qué se habrá hecho del Patrón de la Vereda, del yoyó, del balero, del huevo podrido? ¿Por qué se extinguieron?
Chau a las carreras de embolsados, a la mancha venenosa, al trueque de figuritas con brillantina, al juego de las estatuas.
¿Y los carritos con rulemanes? ¡Qué “skate” ni qué ocho cuartos!
¿Y los barriletes de fabricación casera? Ni se nos ocurría comprarlos hechos.
Yo era campeona de soga y de elástico. Nadie me pisaba el poncho.
Yo le afanaba las bolitas japonesas a mi hermano. ¿Dónde habrán ido a parar?
Los días de lluvia, regatas de barquitos de papel en las correntadas de los cordones ¿se acuerdan? O maratones de “El Estanciero” y ladrillitos de goma.
Los salvajes de mis primos ponían tapitas de Sidral en las vías del tranvía.
Y encima, la tecnología está cada vez más sofisticada. Ahora que apareció la “tableta”, el “touch” le gana al “mouse”.
¿Qué tableta? ¿La de Alka Seltzer? ¿Qué Mouse? ¿Mickey? ¿Qué touch? ¿Tacho Riera? ¿Por qué no hablan en cristiano, cipayas? Traduzcan, please.
Hablando del actual de la Escudero, ¿qué me cuentan del primer gran romance del verano? Su ex, Alé, con la Colmenares.
Ese muchacho es un depredador. Cualquier bondi lo deja bien. Lukyvenga.
Ella ronda los 50, aunque no se le noten. ¿No está mayorcita para Matías?
¿Y la Alfano, entonces? “Primer Acto” no le hace asco a nada ni a nadie.
Con su affaire con la urraca griega, se fue acercando a la República Helénica.
No sean ingenuas, chicas. Es un bolazo armado para promocionar sus obras.
¡Claro! La venezolana va a hacer dupla con Cristian U –Alcón en Carlos Paz.
¿El perro? Digo, ¿el paseador de perros? ¡Argentina, país generoso!
Chicas, ¿se dieron cuenta que el próximo domingo ya es Navidad? Qué horror!
Que Santa nos traiga más contactos reales y menos virtuales. ¡Chin, chin!