- Chicas, una cosita: ¿podemos hablar de algo que no sea el Mundial?
- No te garantizo nada, Chela. Es casi inevitable.
- ¿Ves? Eso es lo que me mata. Resulta que ahora somos todos expertos en fútbol, damos cátedra sobre técnicas y estrategias, y no sabemos un pomo. Chantas.
- No! Somos entusiastas, pasionales, viscerales. El fútbol es un sentimiento, nena.
- Entonces yo debo ser una extraterrestre, porque no me mueve ni un pelo.
- Vos porque sos una masoquista que vive enroscada en todos los problemas. ¡Te encanta el drama! Presidenta del Club: “Cuanto más sufro, más me divierto.”
- Estás equivocada, Norma. No me gusta que me distraigan de las cosas importantes, que me engatusen con espejitos de colores,como Colón a los indios
- ¡Ay, Chela! ¡No seas tan racional! La gente necesita distenderse un poco.
- Cierto, pero para eso ya lo tenemos al Cuervo y su “Humillándose por un Sueño”, a los burladores burlados de Intrusos, a la sofisticada Wanda Nara, a las rubias despechadas del Diego, al harem de Matías Alé, a las sanateadas diarias de Fidel Coqui Pintos, al affaire de verano de Reina Reech con el devaluado Vice, víctima de las casualidades …
- ¡Pará, fanática! ¡Respirá un cacho! ¡Te va a dar un soponcio!
- Yo no entiendo por qué la Reech confiesa ese amorío de juventud justo ahora, con Amado en el horno. A mí me daría mucha vergüencita decirlo.
- ¿Y qué? ¿Acaso no hizo lo mismo la muñequita de cera Alfano, sacando a relucir un “touch & go” con Maradona?
- ¿Vieron que el 10 se amigó con Toti Pasman? Ya no la tiene más adentro.
- Amores y odios de mentiritas. Todo utilería y cartón pintado. Puro camelo.
- Les soy sincera, por lo único que me interesa nuestra benemérita Selección, es porque es una metáfora del país.
- ¿Qué querés decir, Chelita? No estás en tu clase de literatura. Hacéla simple.
- Eso: que tanto en el país como en la Selección, lo que sobran son individuos brillantes, figuras estelares. Pero lo que falta es equipo. Y sin no hay equipo …
- … nos vamo’al tacho, ¿no?
- Vos lo has dicho. Esfuerzo digno de mejor causa.
- Si el Mundial se hubiera hecho acá, yo habría salido a protestar como lo están haciendo muchos brasileros. Hay prioridades, temas básicos por resolver.
- Vos porque todavía tenés el nefasto del ’78 comiéndote el coco.
- Puede ser. Uno es uno y sus circunstancias.
- ¿Eso lo dijo Ortega o Gasset?, preguntaría la Jelinek.
- ¿No se la podemos regalar a los cariocas? Junto a Yanina Latorre, Rocío Oliva, Paula Chávez, Listorti, Guido Kaczka, el Tirri, la novia del Tirri, Brancatelli, Diana Conti, los abogados mediáticos, todos los Nara, Rial, Ventura, la Loly …
- ¿Exportarlos, decís?
- No. Deportarlos. Pasaje de ida nomás.
- ¿Se acuerdan de la comedia “Echale la culpa a Rio”, del ’84, con un joven Michel Caine? Una delicia.
- ¿Y qué tiene que ver con lo que estamos hablando? Focalizáte, amiga.
- Que no hay que descartar esa frase, de acuerdo al resultado del Mundial.
- Tocáte la izquierda, pájaro de mal agüero, que hoy jugamos.
- Cierto. Brindo entonces por una goleada celeste y blanca. ¡Chin, chin!