Chicas, les propongo algo, ¿por qué no nos sentamos en el sector fumadores esta vez? Seamos equitativas. Si no, siempre salgo perdiendo yo.
Respetá a la mayoría, Yoli. Sos la única chimenea del grupo, así que bancátela.
Esto es una persecución, una cacería de brujas. Ahora resulta que ni en Central Park te dejan fumar. Te encajan una multa de 50 verdes, ¿pueden creer?
Lo hacen por tu bien, Yoli. Tomálo como un incentivo para largar el pucho.
Pero están cercenando mi libertad, Tina. Te lo acepto en lugares cerrados, pero ¡ahora también en espacios al aire libre! Es un abuso, un atropello.
¿Vos no entendés que además de taponarte los pulmones, te hacés bolsa la piel?
Sí, pero son mis pulmones y mi piel. Yo decido cómo arruinarlos. Soy adulta. Además, vos sos la persona menos indicada para dar cátedra sobre el cuidado de la salud. Vivís haciendo dietas marketineras y no bajás ni un gramo.
Olvidáte de las dietas, Tina. Se descubrió que el vino tinto y el chocolate amargo tienen propiedades antioxidantes y ayudan a trabajar el cerebro.
Hablando “descerebros”, ¿vieron que antes de cumplir un mes de casados, parece que Karina Olga y su Príncipe Platense se separaron?
No es para tanto. Nada definitivo. Una crisis pasajera.
¿Crisis al mes de casorio? ¡No me jodas! ¿Qué les espera entonces a futuro?
Es que estamos en la era del zapping. Todo es fugaz, cortito, efímero. Así como los electrodomésticos de antes duraban para siempre, también los matrimonios eran de largo aliento. Ahora, a la primera de cambio, divorcio express.
¿No será que las parejas se aguantaban aunque ya no se quisieran? Convengamos que había mucha hipocresía, mucho miedo al qué dirán.
O seguían juntos “por los hijos”, sin tomar conciencia que se les hace más daño exponiéndolos al desamor de pareja, que siendo honestos y separándose.
Pero con ese criterio, Pichi, se va a terminar la familia. No se puede tener tolerancia cero en la convivencia. Hay que ser más pacientes, flexibles.
Paciencia y tolerancia son vocablos demodé, valores que no cotizan en bolsa.
No se preocupen chicas, que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina.
A la tele ya llegó hace rato. A las mellizas Xipolitakis, ahora se sumaron las Hermanitas Pombo. Se reproducen de a dos, estas Carmelitas Descalzas.
La que perdió la chaveta del todo es la Alfano. Twitea compulsivamente, le saca fotos a los rollos de la Casán, a las arrugas de Pachano. Más mala que la peste.
Debe estar cobrando un sobresueldo. Marcelo, más que exponente del “Arte de Vivir”, es un maestro del Arte de Dividir: enfrenta a todos como nadie y factura
Se llevo el Fierro de Platino, ¿vieron?
Por eso mismo fue a la entrega. Esos figurones no hacen acto de presencia si no saben de antemano que van a ligar algo. Está todo arreglado, Pichi.
¡Ay, no, Nelly! No me digas eso. No es bueno desconfiar de todo. Hace mal.
Lamento pincharte el globo, pero todo se compra y se vende en el showbusiness
No sólo en el mundo del espectáculo. Las encuestas de opinión también.
Tengo una idea. Formemos un grupo de protesta a la europea: Las Indignadas.
¡Qué paquetería! Suena mucho mejor que “Las piqueteras” ¿Y qué pedimos?
Tipos guapos, hetero, sub-50, sanos, limpitos, disponibles, acomodados, trabajadores, cariñosos, que sean hijos únicos de madres solteras ya fallecidas.
Si aparece uno solo que reúna esos requisitos, Chau Pucho Lo juro ¡Chin, chin!