¿Cuáles? ¿Esos caramelos gelatinosos, con formitas? Sí, son adictivos. Comés uno y no podés parar.
A mí me encantan, pero no puedo. Se me pegan a los postizos y los arrancan.
Siempre pensando con la panza, golosas. No hablo de los dulces. Hoy se les dice “Yuumies” a los nuevos metrosexuales, consumidores de lujo. “Young urban males” ¿No los tenés?
No. Yo me quedé en la época de los Yuppies: “Young Urban Professionals”.
Bueno, son más o menos lo mismo. Sólo que éstos, además de ser exitosos profesionales, gastan fortunas en tratamientos de cosmética y belleza.
Ya no quedan más hombres de pelo en pecho, che. Ahora se depilan con láser.
¿Vos decís que los machos son una raza en extinción, como los Panda?
¿Te cabe alguna duda? Los contás con los dedos de una mano. Un puñado.
O sea que, a este paso, se viene la extinción de la raza humana.
¡Qué exageradas! Tampoco es para tanto. Todo es pendular en las costumbres.
Y los que quedan, dejan bastante que desear. ¿Vieron el aviso de Mauro Icardi?
¿El de Pepsi?
El mismo. El pibe, como si nada, afana 5 tapitas, para ligar una botella gratis.
¿Qué se puede esperar de un ladrón? ¿Acaso no le afanó la jermu a Maxi?
No es tan así. Wanda, que es más pícara que bonita, se hartó de la cornamenta que le puso López, y se vengó del blondo seduciendo al chaboncito, que mordió el anzuelo como buen pesca’u.
Nunca un plomero, un gasista, un albañil, estas chicas ¿no?
Y encima, a la propaganda, la musicalizaron con “Estoy mirando a tu novia, ¿y qué?”, de los Babasónicos. Un tiro por elevación al infiel. Una turrada.
La tele no está para dar ejemplos de nada, Ñata. Con mirar un ratito el circo romano de Tinelli, te das cuenta.
Cierto. Cómo les gusta sufrir a los participantes, ¿no? Son todos masocas.
A mí me da risa Nacha. Tan espiritual, tan meditadora, tan vegetariana, tan agua mineral, la mina destila veneno por todos los poros. Debería haber protagonizado “Farsantes” el año pasado.
Yo creo que, ni bien apoyan el trasero en los sillones del Jurado del Bailando, son poseídos por el mismísimo demonio. Aflora lo peor de cada uno.
A Matías Alé lo defenestró por gordo, pobre nabo.
¿Sabés por qué? Porque él no tuvo mejor idea que decir, durante la previa, que está feliz, atravesando el mejor momento de su vida, a punto de casarse. Y los agretas del Jurado no se bancan que nadie la esté pasando bien. Le pincharon el globo. Le escupieron el asado. Le arruinaron el estofado.
¿Todas tus metáforas son culinarias, Rosa? ¿No se te ocurre nada que no tenga que ver con el morfi?
Es que estoy a dieta, y no puedo pensar en otra cosa. Tengo la idea fija.
Lástima que no fuiste a la picada que se mandaron Capitanich, Grondona y Sabella, preparada con esmero por Cocineros Argentinos. Quesito, salamín …
¿Y qué hacía el Jefe de Gabinete en ese encuentro? ¿Qué pito toca ahí?
No sabría decirte. No habrá querido perderse el jamón crudo, no sé.
Tengo una idea:preparo una buena picada en casa y miramos los Martín Fierro todas juntas. No esperen jamón crudo. Paleta sanguchera y gracias. Chin, chin!