¿Y? ¿Qué
me cuentan? Flor de sopapo ligó Mauri, ¿no?
¿Perdón?
¿Por qué tan alegre? ¿Vos no eras ultra macrista y anti K a muerte, Maruja?
Era. Tenés
razón. Era. Pero tengo cintura.
¿Lo decís
en sentido figurado?
Yo me
acomodo, Rosita. Hago lo mismo que los candidatos. Ni más ni menos.
No te
entiendo.
¿Acaso no
viste cómo cambian de camiseta en mitad del partido? ¿O ya te olvidaste
cómo criticaba Alberto a su Jefa? Y
ahora carne y uña. O Massita, que siempre cae parado.
¡Qué
oportunista resultaste, amiga! De vos no lo esperaba. De ellos, nada me
extraña.
Inteligencia
es capacidad de adaptación, che. Hay que sobrevivir de alguna manera.
Si ganan
en octubre, ¿soltarán a todos los amigos presos?
¿Cómo se
te ocurre? ¡Sería el acabóse!
No
quisiera estar en los zapatos de los “arrepentidos” que los mandaron en cana.
¿Se volverán a arrepentir? ¡Trágame tierra!
El ex
marido de -Karina lo dejo a tu criterio-, por ejemplo. Les echó bleque,
rodetito Fariña.
¿Vos decís
que va a haber revanchismo?
Espero que no. Alberto no es Cristina.
Pero
Cristina le respira en la nuca. O le sopla al oído. Es el poder detrás del
trono.
El parece
más moderado.
Parece.
Bien dicho. Pero los pingos se ven en la cancha, no en las gateras. Ya veremos.
Esta peli
ya la vimos, chicas. Somos como un perro que se muerde la cola.
O
como el cangrejo, que camina para atrás.
Cuando
Alberto dijo que no pensaba hablar con Mauri, ¡me dio una bronca! Pensé: “Pero
¿a qué juegan estos tipos? ¿A ver quién la tiene más larga?” Pendejadas.
Pero
después hablaron, Rosi. Se bajó del pony.
Mauri
también se tuvo que retractar y pedir disculpas. De entrada retó a los que no
lo votaron y los mandó a dormir, como quien deja a un chico sin postre. O sin
la Tablet.
Es que
estaba calenchu, hay que ponerse en su lugar. No vio venir el knockout.
Lástima
que no se consolidó una tercera fuerza, ¿no? Digo, alguien que pudiera captar a los decepcionados con Mauri y a los
alérgicos al kirchnerismo. Otra opción. Siempre caemos en el River-Boca,
Lobo-Pincha, Montescos-Capuletos. Maldito bipartidismo.
Igual,
chicas, lejos, los que verdaderamente perdieron el domingo pasado fueron los
encuestadores. Más vale que pongan un parripollo o un maxikiosko. No acertaron
ni ahí. Papelonazo sideral.
Y hablaban
como si supieran, ¿vieron? Con cifras y
estadísticas. Nombres grandilocuentes, encuestadores pedantes. Sarasa,
muchachos. Bla, bla, bla. Puro camelo. Sanatearon impunemente. Y minga de “mea culpa”.
Igual
nadie tiene la vaca atada. Ni los unos ni los otros. Que nadie se duerma en los
laureles. La gente demostró una vez más que no se la puede llevar de las
narices. Adentro del cuarto oscuro, cada cual hace lo que se le canta y mete en
sobre lo que quiere. Es el ejercicio máximo de la libertad individual.
¿Tendrá
techo el dólar?
Mientras
todos los argentinos tengamos techo, está todo bien. Techo, comida, trabajo,
educación, salud y seguridad. Lo básico, chicas. Una buena calidad de vida. No
es tan difícil. A ver si los políticos se ponen las pilas de una buena vez y
dejan los egos de lado.
Hablando
del verde, celebrando el Día del Niño les traje uno a cada una, para que lo
pongan en un cuadrito, como una reliquia.